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La obesidad potencia el riesgo cardiovascular en los nacidos con bajo peso

Según la investigación, las personas nacidas con bajo peso tienen hasta tres veces más probabilidades de tener un infarto de miocardio u otras patologías.

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ObesidadAgencias

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Haber nacido con bajo peso, algo que sucede en el 10 % de los nacimientos, limita la capacidad del corazón de adaptarse cuando existe otro factor de riesgo cardiovascular como la obesidad, según ha demostrado un estudio liderado por el Hospital Clínic-IDIBAPS.

Los investigadores, que han publicado su trabajo en la revista 'European Heart Journal-Cardiovascular Imaging', han comprobado que en las personas con bajo peso al nacer que tienen obesidad en la edad adulta existe una respuesta atípica del corazón, que no tiene la capacidad de aumentar su masa muscular y tamaño para bombear la sangre y funciona peor.

El estudio lo ha coordinado la especialista en medicina maternofetal del BCNatal de los hospitales Clínic y Sant Joan de Déu e investigadora del IDIBAPS Fátima Crispi y en él también han participado la Universidad de Lyon y la Universidad Pompeu Fabra.

Según la investigación, las personas nacidas con bajo peso tienen hasta tres veces más probabilidades de tener un infarto de miocardio y también mayor riesgo de hipertensión, ictus, diabetes o síndrome metabólico.

Un estudio previo del mismo equipo, publicado en la revista 'JAMA Cardiology', ya describió cambios cardíacos en adultos nacidos con bajo peso y vio que presentan diferencias en la estructura y la función del corazón y tienen menos capacidad para la actividad física que el resto cuando son adultos, pero no dejaba claro el mecanismo por el que estos corazones son más susceptibles.

Este nuevo trabajo ha estudiado cómo reacciona el corazón de una persona que nació con bajo peso y que en la edad adulta tiene obesidad para entender cómo interaccionan dos factores de riesgo cardiovasculares en estas personas.

Los investigadores analizaron los datos de una cohorte de 155 personas adultas, la mitad con bajo peso en el nacimiento y la otra mitad con crecimiento fetal adecuado, de las que se tenía una resonancia magnética cardíaca.

Compararon la interacción entre el peso en el nacimiento y el grado de obesidad central (definido por la relación cintura-cadera) utilizando un método de análisis complejo de la estructura del corazón (statistical shape analysis).

Así vieron que los adultos que nacieron con bajo peso tenían una respuesta atípica en la obesidad.

"En una persona con crecimiento fetal adecuado, cuando tiene obesidad, su corazón debe trabajar más y bombear más sangre. Para conseguirlo, se hipertrofia, es decir, hace más masa muscular, y se hace más grande, se dilata", ha explicado Crispi.

"Pero en las personas que nacieron con bajo peso -ha precisado- no existe la capacidad de aumentar ni la masa ni el tamaño cardíaco, con lo que su corazón funciona peor y también empeora la capacidad de hacer ejercicio. Esto hace que el corazón sea demasiado pequeño y necesite aumentar de forma desproporcionada su frecuencia de latido para mantener su rendimiento".

La investigadora ha señalado que tras demostrar que la obesidad potencia el riesgo cardiovascular en personas con bajo peso al nacer "es importante impulsar medidas preventivas para promover un estilo de vida saludable en esta población".

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