2% DE PROBABILIDAD
Un nuevo estudio reduce la posibilidad de colisión entre la Vía Láctea y Andrómeda
Dentro de los siguientes cinco millones de años, esta coalición predicha durante mucho tiempo, es "altamente improbable".

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La Vía Láctea y su galaxia vecina, Andrómeda, se dirigen una hacia otra y durante años se pensó que su final acabaría siendo un choque, pero nuevos cálculos reducen esa posibilidad a un 2% en los próximos 5.000 millones de años.
Una investigación que pública Nature Astronomy ha examinado datos recientes del telescopio espacial Hubble, de la Nasa, y Gaia, de la Agencia Espacial Europea, para realizar más de 100.000 simulaciones, con variables que antes no se habían tenido en cuenta.
Así, trazaron el futuro, en los próximos 10.000 millones de años de la Vía Láctea y Andrómeda, que en la actualidad se dirigen una hacia la otra a una velocidad de unos 100 kilómetros por segundo y una colisión sería devastadora para ambas
El estudio, firmado por investigadores de las universidades de Helsinki, Durham (Reino Unido) y Toulouse (Francia), indica que, en todo caso, es muy difícil hacer una predicción muy precisa.
Entre los nuevos datos incorporados a los cálculos de las simulaciones, se incluyó el efecto en la Vía Láctea de la Gran Nube de Magallanes (una galaxia enana satélite de la nuestra).
Aunque la masa de la Gran Nube de Magallanes es solo del orden de un 15% de la de la Vía Láctea, su atracción gravitatoria dirigida perpendicularmente a la órbita con Andrómeda perturba el movimiento de nuestra galaxia lo suficiente como para reducir significativamente la posibilidad de una fusión.
Los científicos descubrieron que solo hay un 2% de probabilidades de que las galaxias colisionen en los próximos 5.000 millones de años, señaló la Universidad de Durham. Este escenario es contrario a lo que se creía hasta ahora, es decir, que la colisión era una certeza en ese plazo.

En algo más de la mitad de los escenarios simulados, la Vía Láctea y Andrómeda experimentan al menos un encuentro cercano, antes de perder suficiente energía orbital para acabar colisionando y fusionándose, pero dentro de 8.000 a 10.000 millones de años, no cinco.
En esa escala de tiempo, el Sol ya se habrá consumido.
En la mayoría de los demás casos simulados, las dos galaxias se encuentran a una distancia tan grande que siguen evolucionando prácticamente imperturbables durante mucho tiempo.
Las nuevas conclusiones no implican un error en los cálculos anteriores, sino que el equipo pudo incluir más variables en sus simulaciones gracias a los datos modernos de los telescopios espaciales, precisó el autor principal de estudio, Till Sawala, de la Universidad de Helsinki.
Así, especificó que cuando intentaron partir de los mismos supuestos que los investigadores anteriores, obtuvieron los mismos resultados.
"Ahora sabemos que hay muchas posibilidades" de que se evite el destino de un choque entre galaxias , dijo Carlos Frenk, de la Universidad de Durhan.
El investigador agregó que, cuando ve los resultados de los cálculos del equipo, le asombra que sean capaces de simular con "tanta precisión la evolución de gigantescos conjuntos de estrellas a lo largo de miles de millones de años y averiguar su destino final".
Para Frenk se trata de un "un testimonio del poder de la física aliado a la potencia de los grandes superordenadores".
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