SPACEX

La nave Starship logró despegar pero volvió a explotar a los pocos minutos de vuelo

SpaceX ha logrado superar algunos de los problemas más graves de la anterior prueba de su lanzadera espacial superpesada, aunque esta volvió a explotar.

EFE

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Después de un primer intento fallido el pasado viernes, por fin, este sábado 18 de noviembre, la Starship de la compañía espacial SpaceX estaba preparada para realizar su segundo vuelo. Lo hizo desde la base espacial de SpaceX en Boca Chica, en el sur de Texas (Estados Unidos), a las 14:03, hora peninsular española.

Los primeros instantes ya fueron todo un acontecimiento, dado que los 33 motores Raptor del cohete SuperHeavy se encendieron e impulsaron a la nave hacia la órbita de la Tierra, no como sucedió en el test de abril, en el que fallaron hasta ocho de esos 33 motores.

Casi tres minutos después del inicio del despegue, las dos grandes estructuras que conformaban la nave, tanto la propia Starship como el cohete que la impulsa al espacio, se separaron entre los vítores de los trabajadores situados en el puesto de mando. Sin embargo, a partir de aquí ya empezaron a fallar diversos sistemas, aunque esto no puede empañar un exitoso lanzamiento.

Tres logros distintos

En este nuevo intento, SpaceX ha logrado tres hitos inéditos hasta ahora: en el despegue funcionaron esta vez los 33 motores del Starship, la plataforma de lanzamiento no sufrió los tremendos daños del primer intento y se separaron sus dos módulos. Sin embargo, en el siguiente paso que debía ser el apagado de motores de la parte superior, unos cinco minutos después, ya se había perdido la señal de la nave, que debía haber dado casi una vuelta completa a la Tierra. La última altitud conocida eran 148 kilómetros.

El éxito de hoy es parcial. SpaceX no ha cumplido todos los objetivos de este segundo vuelo de prueba, que duró ocho minutos, cuando la aspiración era mantener a la nave en una trayectoria suborbital durante más de una hora. Sin embargo, los importantes avances del ensayo de hoy mantienen viva la esperanza de la NASA de usar una versión modificada de este artefacto para posar astronautas sobre la Luna en la misión Artemis III, prevista para diciembre de 2025.

Lo que es seguro es que habrá un tercer intento de lanzamiento hasta que Elon Musk, dueño de SpaceX, acabe demostrando que su Starship está por encima del resto de naves del planeta.

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