HALLAZGO CIENTÍFICO
Identifican 400 genes que aceleran el envejecimiento
El objetivo de la investigación es desarrollar terapias para ralentizarlo.

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Investigadores han identificado más de 400 genes asociados con el envejecimiento acelerado con el objetivo de desarrollar terapias para ralentizarlo, según un estudio de la Universidad de Colorado Boulder.
En concreto, el estudio publicado en Nature Genetics revela que diferentes grupos de genes subyacen a distintos tipos de envejecimiento alterado, también conocido como fragilidad, que abarcan desde el deterioro cognitivo hasta problemas de movilidad y aislamiento social.
"Para poder identificar tratamientos que detengan o reviertan el envejecimiento biológico acelerado, es necesario comprender el envejecimiento en sí", señala la autora del artículo e investigadora postdoctoral en el Instituto de Genética del Comportamiento de la Universidad de Colorado Boulder, Isabelle Foote. Así, añade que "este es el estudio más amplio hasta la fecha que utiliza la genética para intentar lograrlo".
La investigación se centró en identificar qué genes están involucrados en el envejecimiento, algo complicado ya que engloba muchas afecciones. Los médicos suelen evaluar la fragilidad mediante un índice de 30 puntos que mide aspectos como la velocidad al caminar, la fuerza de agarre, el número de enfermedades diagnosticadas y la actividad social. El problema, según Foote, es que dos personas pueden obtener la misma puntuación alta de fragilidad aunque una tenga agudeza cognitiva pero no pueda caminar, y otra tenga buena salud física pero mala memoria. "Esta falta de distinción ha dificultado que los médicos hagan recomendaciones y que los científicos determinen las causas subyacentes del envejecimiento no saludable", señala.
Por eso, para averiguar que genes están involucrados, el equipo realizó un "estudio de asociación de todo el genoma" analizando el ADN y la información de salud de cientos de miles de participantes en el Biobanco del Reino Unido y otros conjuntos de datos públicos para ver qué genes estaban asociados con 30 síntomas de fragilidad. Así, identificaron 408 genes asociados con el envejecimiento acelerado/fragilidad, un aumento significativo respecto de los 37 genes identificados previamente.
Con ello, descubrieron que algunos genes estaban fuertemente vinculados a ciertos subtipos de envejecimiento no saludable, entre ellos: "discapacidad", "mala cognición", "problemas metabólicos", "enfermedades múltiples", "estilo de vida generalmente poco saludable" y "apoyo social limitado". Por ejemplo, el gen SP1, asociado con la función inmune y la enfermedad de Alzheimer, estaba fuertemente asociado con el subtipo amplio de "mala cognición", mientras que el gen FTO, un gen asociado con la obesidad, parecía ser la base de varias categorías diferentes de envejecimiento no saludable.
En este sentido, a corto plazo, los autores sugieren que las mediciones clínicas de la fragilidad (que a menudo aparece mucho antes que enfermedades específicas) se amplíen para incluir seis subtipos específicos. De esa manera, alguien diagnosticado como cognitivamente frágil podría ser guiado hacia terapias para prevenir la demencia, mientras que alguien frágil en el dominio metabólico podría tomar medidas para prevenir la diabetes o las enfermedades cardíacas.
Así, Foote imagina un día en el que las personas podrían obtener una "puntuación de riesgo poligénico" que ofrecería una visión más detallada de a qué tipo de envejecimiento no saludable son propensos.
El estudio concluye que "probablemente no habrá una única terapia mágica para abordar todas las enfermedades que acompañan al envejecimiento, pero tal vez ya no sea necesario contar con cientos de ellas".
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