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EL CAMBIO CLIMÁTICO ACELERA EL PASO

Ningún año volverá a ser tan fresco dentro de tres décadas

A partir de 2047 cada año que pase será más caluroso que cualquier otro del que existan registros. Y eso abarca desde 1860.

Gran desierto de sal en Irán

Gran desierto de sal en Irán SPL

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Hay quien cada vez que hace frío, nieva o hay una tormenta importante, ironiza sobre el cambio climático. Son esos que creen que es una pantomima globalizada, producto de una determinada ideología, y que defienden que el calentamiento global debería ajustarse a eso, a 'calentamiento', y no a variación térmica en general por la acción del hombre.

Por desgracia, la ciencia tiende a contradecirles.

De aquí 33 años empezaremos a notar los efectos del calentamiento global en toda su extensión: a partir de entonces, según datos obtenidos de cruzar las conclusiones de varios estudios anteriores, comenzaremos a vivir años más y más calurosos, tanto que sus medias de temperatura serán más altas de lo que han sido las medias desde hace casi dos siglos, que es desde cuando se tienen registros.

Los datos que apuntan a esta conclusión cifran el punto de inflexión en 2047, año arriba o abajo: será el momento en el que, si no modificamos nuestra forma de vida y la contaminación generada a nuestro alrededor, nada volverá a ser como antes.

La subida de temperatura no será dramática y repentina, pero sí constante y pertinaz, de forma que pequeñas variaciones escalonadas pueden traer consigo efectos devastadores en la cadena trófica, el nivel de agua mundial o la desertificación planetaria.

Los datos que sustentan el análisis vienen de estudios previamente publicados y que también han establecido puntos de no retorno: en 2008 nuestros océanos superaron la cuota de acidez que habían mantenido desde 1860 por la absorción del dióxido de carbono que llevamos emitiendo desde entonces, y se han superado cuotas de temperatura que no se habían alterado durante mucho tiempo.

Si los cálculos no fallan en 33 años -la edad que supuestamente vivió Jesús, para los amantes de las supersticiones- . Quién sabe si en algunas décadas más conseguiremos emular el récord de temperatura, de hace un siglo, en el Valle de la Muerte de EEUU. Otro estudio asegura que las bajas temperaturas ayudan a adelgazar... pero posiblemente tan altas temperaturas acaben matándonos, entre otras cosas, de hambre.

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