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¿CONOCES A ALGUIEN QUE PIENSE QUE TODO LO MALO LE PASA A ÉL?

Un test para desenmascarar a esos quejicas que adoran hacerse las víctimas

¿Conoces a alguien que siempre se esté quejando? Hay personalidades que tienden a convertir su vida en una tragedia y un equipo de psicólogos ha creado un test para medir esa “necesidad de drama”.

La victimización y la manipulación son dos estrategias de las personas que tienden a dramatizar

La victimización y la manipulación son dos estrategias de las personas que tienden a dramatizar Jon Nicholls en flickr cc

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Como suele decirse, un mal día lo tiene cualquiera. Sin embargo, hay ocasiones en las que nosotros mismos tendemos a encerrarnos en una burbuja trágica: estás triste, y lo único que te apetece es escuchar una canción melancólica o ponerte una película para no desprenderte del pañuelo.

Aunque la actitud no tiene por qué ser perjudicial (siempre que sea momentánea), los psicólogos han comprobado que ciertas personalidades son proclives a ver su vida como esas tragedias hollywoodienses y hacer una montaña de un grano de arena.

Tanto la cotidianidad de quienes presentan esta tendencia como la de sus allegados pueden verse resentidas. “Los individuos con personalidades propensas al drama tienden a vivir caóticamente y a causar constantes crisis entre sus familiares, amigos y compañeros de trabajo”, explican un grupo de investigadores de la Universidad de Texas en un reciente estudio.

Scott Frankowski, coautor del trabajo, no tuvo más que echar un vistazo al mundo que le rodeaba para darse cuenta de que hay quien necesita anunciar sus (aparentemente gravísimos) problemas. Según ha explicado, comenzó a preguntarse por qué algunos usuarios de Facebook publican que su estado sentimental “es complicado” y qué rasgos comparten esos individuos que, como una antigua compañera de trabajo suya, se pasan el día quejándose de todo.

“Parece que ven el mundo como si todo les pasara a ellos”, señalan Frankowski y sus colegas en el artículo que han publicado en ‘Personality and individual Differences’. Indican también que estas personas suelen tener una colección de historias sentimentales fallidas y provocan discusiones en su empleo, en clase o en las redes sociales. Además, pese a que les gusta criticar a los demás, se quejan de ser el blanco de los cotilleos de otros.

Con el fin de analizar este comportamiento, han diseñado una escala y un test para medir lo que han denominado Necesidad de Drama −NFD, por sus siglas inglesas−, un término que definen como “un rasgo compuesto de la personalidad en el que los individuos manipulan al resto desde una posición de victimización”.

El examen para determinar científicamente el grado de NFD consta de doce afirmaciones del tipo “hago o digo cosas solo para ver cómo reaccionan los demás”, “a veces enfrento a las personas para conseguir lo que quiero” y “la gente suele hablar de mí a mis espaldas”.

En su trabajo, los investigadores contaron en total con las respuestas de 500 voluntarios. Al analizarlas encontraron que quienes obtenían una puntuación alta en el test solían ser bastante impulsivos, lo cual explicaría por qué esas personas que ven su vida como un drama lo expresan sin pensar demasiado en las consecuencias.

Sin embargo, no hallaron ninguna relación entre esa necesidad de drama y el género, por mucho que se suela hablar de ‘drama queens’. Los autores de un trabajo anterior detectaron una diferencia de concepto muy marcada: mientras que los hombres que están tristes solo tienen un mal día, a las mujeres se las considera influidas por las emociones. En este estudio, sin embargo, la puntuación obtenida por los participantes no tenía nada que ver con que fueran varones o féminas: tanto unos como otras tienen la misma probabilidad de presentar estos rasgos de personalidad.

Más allá de que cada uno lo aplique a su situación personal (o a desenmascarar victimistas y trágicos), la escala y el test tendrían aplicaciones potenciales en la rama de la psicología que estudia las relaciones interpersonales, sobre todo en el ambiente laboral.

Test.-

1.- Me divierte sacar de quicio a la gente.

2.- Cuando pongo a parir a alguien es para que se enteren del chisme.

3.- Digo o hago cosas solamente para ver cómo reaccionan los demás.

4.- A veces, suelo enfrentar a dos personas para conseguir lo que quiero.

5.- Antes de decir lo que pienso, lo medito primero dos veces.

6.- Siempre digo lo que pienso, aunque tenga consecuencias.

7.- Los que dicen ser mis amigos me apuñalan por la espalda.

8.- Me cuesta defender mis opiniones.

9.- La gente suele hablar de mí a mis espaldas.

10.- Me pregunto por qué me pasan a mí siempre esas cosas tan raras.

11.- Hay personas en mi vida que están en mi contra.

12.- Me ha hecho daño mucha gente.

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