La sinceridad no traspasa fronteras: hay países más honestos que otros

Ya se habían hallado algunas pistas sobre lo que ocurre en el cerebro cuando una persona miente pero ahora un equipo de investigadores ha revelado que la incidencia de esta mala costumbre varía entre países.

Según los resultados del estudio elaborado por expertos de la Universidad de Anglia Oriental, un chino no es igual de sincero que un británico: las personas son más o menos honestas en función del territorio donde viven. Además, los individuos honrados esperan que los otros sean de la misma condición, y lo mismo pasa con los menos francos.

Han tenido en cuenta para su análisis 15 países, entre los que no se encuentra España, pero sí Reino Unido, China, Grecia, Japón y Dinamarca. Con su selección han intentado representar diferentes niveles culturales y de desarrollo económico.

El estudio consistió en dos experimentos: en uno de ellos, los voluntarios tenían que lanzar una moneda al aire y decir el resultado (recibirían una recompensa económica si salía cara). En el segundo, debían completar un test sobre música, por el que también ganarían dinero en caso de que todas las respuestas fueran correctas, con la condición de que no las consultaran ni hicieran trampas.

Los resultados de ambas pruebas demostraron que había mentirosos en todos los países. En el test de la moneda, los británicos fueron los más sinceros y los chinos, los menos honestos con sus respuestas, seguidos por japoneses, surcoreanos e indios. En el segundo examen, los japoneses fueron los que menos trampas hicieron, y los turcos, los que más.

Los autores aseguran que hay un vínculo entre el nivel de desarrollo económico de un país y la sinceridad de sus habitantes: la honestidad aumenta con el nivel de riqueza y desarrollo. No obstante, admiten que hacen falta nuevos estudios para poder extrapolar los resultados.