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LA ACTIVACIÓN DEL APETITO, A ESTUDIO

Por qué algunas personas engordan cuando se ponen a hacer ejercicio

Diversos estudios han investigado este fenómeno. Al parecer, moverse mucho implica una activación del apetito y una ingesta mayor de alimentos.

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Nuestro cuerpo a veces es muy misterioso, sobre todo cuando queremos perder peso. Hacemos ejercicio y creemos que con eso lo tenemos todo hecho. Pero no: los kilos están en aumento, según la báscula. El secreto está en lo que comemos y en la cantidad que comemos, combinado con ese ejercicio.

Son muchos los estudios que han investigado la relación entre el ejercicio aeróbico, las calorías y las personas. Uno de los últimos, del pasado mes de febrero y realizado por investigadores de la Universidad de Leeds, señala que al hacer ejercicio hay una serie de cambios en el cuerpo que activan el apetito. Entre los elementos que alteran el cuerpo, se encuentran unas hormonas intestinales. Ya en 2013, otra investigación de la Universidad de Leeds concluyó que las personas con soprepeso tenían más hambre y consumían una mayor cantidad de calorías.

Otro estudio de 2019, en el que han colaborado científicos de la Universidad de Leeds con los de la también británica de Aberdeen, ha analizado la ingesta de calorías en personas activas pero sin hacer ejercicio de forma fuerte; por ejemplo, que van al dentista o pasan un día en la playa, según Alex Johnstone, una de las investigadoras. Eran 242 personas (128 mujeres y 114 hombres), y descubrieron que las personas con sobrepeso comían más, pero que su tasa metabólica en reposo (RMR, en inglés), el índice de energía que quemaban en reposo, influía en su apetito.

Aún quedan otros factores por estudiar; por ejemplo, la genética o la forma de ser: hay personas que son más movidas o que utilizan los alimentos como recompensa. También, hay que hacer los estudios con sujetos más diversos: muchos trabajos se han centrado en hombres blancos de 20 a 30 años, cuando las mujeres, de acuerdo a Johnstone, son más proclives a compensar una actividad física extra con comida.

Lo que parece confirmado hasta el momento es que las personas que han estado trabajando para ganar o perder peso tendrán señales de apetito diferentes a las de aquellas personas con peso estable. Ahora, solo habrá que cuidar lo que comemos en cada ingesta. Y fijarse si el aumento de peso es por músculo o por grasa.

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