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ACABA CON ELLOS

Los nueve hábitos cotidianos que destrozan tu vida sexual

Los expertos en sexología advierten: descansar mal, llevar una mala alimentación o evitar la masturbación, pueden estar acabando con tus ganas de practicar sexo. Toma nota y recupera las ganas de jugar entre las sábanas.

Tampoco os cabreéis y ponedle solución, que no es tan complicado

Tampoco os cabreéis y ponedle solución, que no es tan complicado Dr. Doni / flickr

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Te sientes tan cansado que la simple idea de ponerte manos a la obra y practicar sexo con tu pareja te resulta estresante. O peor, apenas disfrutas de encuentros sexuales y cuando por fin te ves en uno no te entran apenas ganas de pasarlo bien.

Tu falta de pasión no tiene por qué ser algo alarmante: quizás simplemente estés realizando alguno de estos hábitos que dejan tu libido por los suelos. Ponles remedio antes de que aniquilen por completo tus relaciones sexuales.

1. Duermes poco

Y, en consecuencia, estás cansado, estresado y para poca broma. Una cosa es dedicar una noche en vela a caricias, arrumacos y una buena sesión de sexo, y otra dormir mal todas las noches. Un buen descanso será el mejor aliado para mejorar tu vida íntima.

Según un estudio publicado en la revista 'Brain Research' nuestro cerebro necesita entre cinco y siete ciclos REM completos para estar en plena forma, lo que podemos conseguir descansando entre 7 y 9 horas por la noche.

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2. No haces ejercicio

Nuestra capacidad y resistencia aeróbica, así como la fuerza y la flexibilidad, son tan valiosas en nuestro día a día como cuando nos metemos entre las sábanas. Según resaltaban en la mencionada investigación, practicar ejercicio antes de mantener relaciones sexuales reporta interesantes beneficios.

Los expertos creen que al aumentar el ritmo cardíaco justo antes de entrar en materia se mejora la circulación sanguínea y esto estimula los órganos sexuales. Y no tienes que correr una maratón: según los investigadores basta con caminar media hora al día o practicar un poco de yoga para que disfrutemos más del sexo que si nos dejamos llevar por el cómodo sedentarismo.

3. Tu dormitorio está impresentable

Habrás escuchado que para conciliar el sueño es importante mantener nuestra habitación en una condiciones agradables, con una temperatura adecuada y cierto orden y limpieza. Pues para practicar sexo también.

Si tenemos el portátil en medio del colchón, la ropa acumulada en una esquina, zapatos por el suelo y la cama como una trinchera, tendremos a nuestro alrededor másdistracciones mentales que estimulantes sexuales. Hay que eliminar cualquier cosa que pueda impedirnos estar a lo que estamos y crear un clima agradable para una larga noche, tarde o mediodía de placer.

4. A tu dieta le faltan elementos esenciales

Para conseguir un funcionamiento sexual adecuado también necesitas determinadas vitaminas y minerales, y si escasean en tu dieta pueden traducirse en que tu libido acabe por los suelos.

Se dice que las ostras son un afrodisíaco natural estupendo y es gracias a que son una fuente importante de zinc, elemento vital para la salud sexual de los hombres. Los especialistas también subrayan la importancia de la niacina, un tipo de vitamina del complejo B que se encarga de ayudar al funcionamiento del aparato digestivo, la piel y los nervios. También conocida como vitamina B3, puedes encontrarla en el algunos productos lácteos, en los huevos, legumbres, el pollo o el atún. Alimentos que nunca deben faltar en una dieta para hombres y mujeres sexualmente activos.

5. Tienes gases

Está claro que sentirnos llenos de gases no pinta el panorama más sexy. El consumo de alimentos que producen flatulencias, como el verde y sano brócoli o guisos protagonizados por legumbres como alubias y garbanzos, disminuyen el disfrute sexual e incluso las ganas de practicar sexo como consecuencia de una digestión pesada. Evita los alimentos difíciles de digerir y que provoquen flatulencias si tienes en mente una noche de sexo desenfrenado.

6. Bebes alcohol en exceso

¿Qué divertida una borrachera, verdad? Pues cuidado porque el consumo excesivo de bebidas alcohólicas puede conducir a la anorgasmia, la complicada y frustrante incapacidad para alcanzar el orgasmo. Eso si nos pasamos, porque por el contrario, según un estudio publicado en la revista 'Archives of Sexual Behavior', beber tres vasos de vino puede aumentar la libido femenina. Más, sólo conduce al adormecimiento y la desgana.

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7. Fumas

Sí, probablemente lo hayas leído de soslayo en alguno de los amenazadores mensajes que hay en los paquetes de tabaco, pero pasas. Y lo cierto es que 'fumar puede reducir el flujo sanguíneo y provoca impotencia', como dicen.

El consumo de tabaco afecta a nuestra circulación y esto tiene consecuencias negativas sobre nuestro corazón y órganos sexuales hasta el punto de poder ser el responsable de la disfunción eréctil.

8. Tomas medicamentos que acaban con la libido

Si nunca tienes ganas de practicar sexo, determinados tratamientos farmacológicos podrían ser los culpables. Como se ha demostrado, es bastante común que algunos antidepresivos provoquen anorgasmia y reduzcan la libido.

Pero no sólo estos: cualquier mestamínicos, pueden contribuir a la sequedad vaginal y, como consecuencia, a un rechazo a mantener relaciones sexuales. Si te ocurre algo así no dudes en consultar a tu médico para buscar una alternativa a tu tratamiento.

9. No practicas el onanismo

Aunque muchas personas piensan que la masturbación es algo propio de la adolescencia, lo cierto es que desde hace algún tiempo los expertos creen que podría ser un tratamiento natural para los trastornos sexuales.

Es más, según una investigación también publicada en la revista 'Archives of Sexual Behavior', practicar el onanismo incluso podría aumentar el deseo sexual. A través de ella descubrimos qué nos gusta y cómo nos resulta más sencillo conseguir el placer, lo que facilita que podamos llevarlo a la práctica en el cama o indicar abiertamente a la otra persona dónde y cómo debe tocarnos.

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