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TAMBIÉN PODRÍA ACTIVARSE CON RECONOCIMIENTO DE VOZ

Inventan un sujetador que se quita solo al dar una palmada

De momento es solo una patente, pero podría estar en nuestras casas dentro de muy poco. Está pensado “especialmente para la contraparte masculina” que tiene problemas con los enganches de la lencería.

Se acabó un gran problema para muchas personas

Se acabó un gran problema para muchas personas Pixabay

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Quebradero de cabeza para mujeres a la hora de abrochárselo y desabrochárselo. También, para personas fogosas que no pueden concentrarse en los corchetes cuando están pensando en otra cosa. Pensando en unas y en otras (quizá más en unas que en otras), el inventor Michael Mansour Ahmadshahi acaba de patentar una “ropa interior activada por señal”, según su descripción en inglés. Incorpora una cremallera que se activa de forma remota para que el sujetador se desprenda del cuerpo cuando recibe la notificación.

La patente recuerda que la ropa interior, “como los sujetadores que llevan las mujeres”, tiene un cierre “de tipo gancho” que es muy difícil de abrir, “especialmente para la contraparte masculina”. Para que funcione, dicha contraparte “podría dar una palmada, y el sujetador se abriría automáticamente”. Y no solo se podría abrir con este tipo de señales sonoras: la patente también sugiere el uso de tecnología de reconocimiento de voz, para que solo una persona autorizada lo abra.

Descripción de la patente
Descripción de la patente | Free Patents Online

Esta ropa interior femenina inteligente ya se anuncia en Biometric Lingerie (‘lencería biométrica’, en inglés), una compañía propiedad de Ahmadshahi. De momento, los modelos con tecnología aplicada no están a la venta, pero la empresa espera hacerlo “pronto”.

No es la única prenda de vestir o complemento en la que se podría usar la tecnología de Ahmadshahi. En la patente también se describe su posible uso en cinturones o pantalones. En el documento, de 15 páginas, también hay una especie de camisón y una lencería de una sola pieza que uniría el sujetador con un trozo de tela que cubre el pubis. Curiosamente, no se aclara nada sobre su uso en ropa interior masculina.

No es la primera vez que conocemos un proyecto tan sorprendente relacionado con la ropa interior femenina. Hace casi una década, unos inventores de Chicago se llevaron un Ig Nobel (el galardón para los trabajos científicos más disparatados) por un sujetador que se podía convertir en un par de mascarillas protectoras. Estas se pondrían en el caso de alguna emergencia, y servirían tanto para la persona que porta el sujetador como para una acompañante. ¿Se llevará un premio esta lencería el año que viene?

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