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ESTUDIANDO SUS RASGOS

Cómo atrapar a pederastas y violadores observando sus manos

Sue Black, investigadora del departamento de Anatomía y Antropología Forense de la Universidad de Dundee, ha desarrollado un método de identificación de delincuentes sexuales como pedófilos y violadores mediante el análisis de patrones característicos únicos en sus manos. Puede seguir el rastro de estos delincuentes si, una vez filmados su crimen, analiza las venas, cicatrices y otras marcas.

Manos

Manos lizjones en Flickr bajo licencia CC

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La primera vez que Sue Black se propuso hacerlo fue en 2006, cuando un fotógrafo le aportó un vídeo de ocho segundos de la mano de un agresor sexual, en este caso de un padre a su hija. La madre había dejado la cámara del ordenador para cazarle, pero sólo grabó la mano del atacante.

La investigadora se dio cuenta de que las venas del dorso de la mano eran visibles y, aunque nunca había identificado a nadie así, valoró que los patrones de estas son únicos en cada persona. En la grabación los detalles de los vasos sanguíneos aparecían con un tono oscuro por el modo infrarrojo de grabación, debido a las bajas condiciones de visibilidad.

Al analizar las fotos de las manos del sospechoso estos coincidían con los de la grabación, por lo que Black acudió al juicio como experta y, aunque el padre fue absuelto, la profesora vio una vía de investigación interesante y las autoridades requirieron su presencia como consultora para una megaoperación contra la pornografía infantil que se saldó con casi cuatro mil detenidos.

En las imágenes de los delincuentes que graban y guardan este tipo de imágenes suele aparecer las manos, aparte de los genitales, pero el problema para la identificación es la gran cantidad de imágenes que la policía tiene que supervisar cada día.

Análisis de patrones

Durante años, la investigadora ha examinado distintos patrones para llegar a una modelo de investigación. En primer lugar, el de las venas, que se genera por azar en el útero y no coinciden ni siquiera en gemelos ni entre la mano derecha y la izquierda de una persona.

En segundo lugar, las distintas zonas de pigmentación (marcas y lunares), que también son marcas muy propias de cada persona. Por no hablar de las cicatrices y de su distinta tonalidad dependiendo de cómo se curara la herida en su momento.

Los pliegues de los nudillos, según Black, son igual de distintivos que la huella dactilar y son distintos en cada dedo, al igual que las lúnulas, la parte blanca de las uñas. Y su método de trabajo es tan reconocido que muchas autoridades policiales trabajan con ella y su equipo.

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