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ORGANIZA BIEN TU TIEMPO LIBRE

Cinco cosas (científicamente probadas) que deberías tener en cuenta a la hora de planificar tus vacaciones

Las vacaciones son para descansar. Pero, primero, vamos con la ciencia.

Elige bien tu sitio de vacaciones

Elige bien tu sitio de vacaciones Richard Walker en flickr cc

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Antes de descansar conviene hacer un esfuerzo extra: la ciencia ha comprobado algunas cosas que deberías tener en cuenta a la hora de planificar tu descanso estival. Sí, llegamos con las fuerzas justas, pero compensa

Toma el sol

Las vacaciones al sol no sólo le sientan bien a tu mente, que desconecta del ajetreo laboral, sino también a tu cuerpo. Sobre todo si normalmente vives en zonas donde son más los días nubosos que los soleados.

El mes pasado, una investigación escocesa reveló que la deficiencia de vitamina D que sufren muchas personas con poca exposición al sol se puede compensar si pasan sus vacaciones en la playa. Después de todo, no hay que olvidar que esta vitamina es esencial para tener unos huesos fuertes, reduce la tensión arterial, minimiza el riesgo de sufrir problemas cardíacos y aumenta la probabilidad de sobrevivir en caso de padecer cáncer.

La dopamina elige por ti

A la hora de elegir destino, la dopamina te influye. Un estudio dado a conocer en la revista 'Current Biology' revelaba que cuando tomamos una decisión compleja como escoger un trabajo o decidir un destino vacacional, el peso que le damos a cada alternativa depende de si nuestro cerebro sintetiza o no dopamina mientras lo imaginamos.

En una serie de experimentos, Tali Sharot y sus colegas demostraron que las expectativas de placer de futuros acontecimientos están condicionadas por los niveles de este neurotransmisor en un área conocida como núcleo estriado.

Tanto es así que si artificialmente suministramos un fármaco que los incrementa, por ejemplo L-DOPA, esas expectativas convierten el destino imaginado en un lugar mucho más atractivo. Este mismo efecto hace que planificar el viaje sea, en ocasiones, la parte más placentera de las vacaciones.

Deja lo mejor para el final

De acuerdo con el premio Nobel Daniel Kahneman, si tenemos en cuenta el funcionamiento de nuestro cerebro deberíamos seguir la regla del 'peak-end' y reservar las mejores vivencias para el final de nuestras vacaciones. Sobre todo porque la memoria humana está configurada de tal manera que lo que ocurre al final de un período se recuerda más que lo que sucede al principio.

Así, el modo en que una experiencia termina es clave para la sensación de felicidad -o infelicidad- que nos deja. Acabar con un final intenso un viaje o una escapada de fin de semana nos deja mejor sabor de boca, y el efecto positivo del descanso al volver a la rutina dura más.

Haz cosas

No hacer nada y tumbarse a la bartola en el descanso veraniego tiene efectos menos beneficiosos sobre la salud que incluir en la agenda de las vacaciones actividades y experiencias nuevas, relajantes o placenteras, de acuerdo con un estudio de la Universidad Radboud de Holanda. Ese mismo trabajo revelaba que cuanto más tiempo y más profundamente dormimos en vacaciones, más dura su efecto positivo hasta dos semanas después de regresar al trabajo.

Ocho días

Indagando acerca de la duración ideal de las vacaciones, científicos finlandeses liderados por Jessica de Bloom demostraron que los efectos positivos sobre la salud, el estado de ánimo y los niveles de energía empiezan a aumentar a partir del segundo día de descanso, y que es en el octavo día cuando el bienestar físico y mental alcanza su pico máximo.

Dicho de otra forma: si duran más, el efecto no es ni más profundo ni más duradero. Por lo tanto, y siempre que sea posible, es preferible dividir las vacaciones en dos o tres períodos de ocho días que cogerlas de un tirón.

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