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PODRÍA SER UN CORRIMIENTO DE TIERRA O METANO SOLIDIFICADO

Tres teorías sobre el extraño islote de Pakistán

Los expertos no se ponen de acuerdo en si el islote, surgido cientos de kilómetros al sur de donde tuvo lugar el terremoto, es un volcán de lodo, una formación de metano congelado o un simple corrimiento de tierra.

Imagen de la isla emergida

Imagen de la isla emergida Agencias

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Pakistán es hoy más grande de lo que era hace una semana. Concretamente, un tercio de kilómetro cuadrado más grande. Y todo gracias a un nuevo islote de unos 12 por 30 metros que ha emergido al sur del país, un centenar de metros al sur de la ciudad costera de Gwadar.

La cuestión es que el islote ha sido detectado justo después del violento temblor de 7,7 grados en la escala Richter que tuvo lugar en las montañas del país, centenares de kilómetros al norte del lugar, y que podría haber dejado una alta cantidad de fallecidos a pesar de que la cifra oficial es relativamente baja.

Hasta ahí lo que se sabe, ahora empieza lo que se desconoce.

¿Tiene realmente el islote relación directa con el terremoto? La mayoría de investigadores que hablan del caso coinciden en que de alguna forma sí, la cuestión es ese "alguna forma".

La primera opción que se baraja es que su aparición sea consecuencia de un corrimiento de tierras, ocasionado a su vez por un deslizamiento de placas relacionado con el terremoto.

La segunda opción que se baraja es que, bajo la capa de fango que lo recubre ahora mismo haya metano solidificado, lo que indicaría que se ha liberado material sometido a altas presiones en el fondo del océano. De hecho, esta opción es una de las más plausibles dado que el metano, un gas cuyo origen en este caso sería la descomposición de los animales muertos, solidifica y se combina con el agua formando hidrato de metano en condiciones de alta presión.

La tercera opción es la que más separa el terremoto como causante de la aparición del islote: resulta que toda la zona costera del sur de Pakistán está plagada de pequeños conos volcánicos de lodo, que no son volcanes en realidad, sino formaciones geológicas formadas por el contraste de temperaturas y la presión que en ocasiones liberan cantidades de metano, nitrógeno y otros gases al exterior.

Estas dos últimas hipótesis, centradas en el metano aunque con diferente origen, conectarían con hallazgos de investigadores acerca de cómo se liberaron grandes cantidades de metano contenidas bajo el mar tras un terremoto de 8,1 grados en la escala de Richter en 1945.

Y todo porque en la zona se producen movimientos de subducción, que consisten en que una placa se mete debajo de la otra, lo que además de provocar terremotos puede modificar la orografía en superficie.

Para resolver el misterio del nuevo islote habrá que esperar a que se seque, se desprenda el lodo que lo cubre... y ya sólo faltará ponerle nombre.

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