TABIQUE NASAL
El daño físico poco conocido de ciertas drogas en la nariz: el caso de Paris Jackson
La hija de Michael Jackson ha mostrado en un vídeo cómo las drogas dañaron su tabique nasal. Su caso sirve para entender un efecto poco conocido del consumo de algunas sustancias: el daño físico que pueden causar en la nariz y, en concreto, en el tabique.

Publicidad
Paris Jackson, hija del legendario Michael Jackson, ha compartido recientemente un vídeo en TikTok que ha generado una gran repercusión. En él muestra el daño que las drogas han causado en su tabique nasal. "Es por lo que pensáis. No consumáis drogas, chicos", dice mientras enseña la perforación que le provoca un silbido al respirar.
El caso de Paris revela un problema médico real: el daño que el uso de drogas por vía nasal puede causar en la estructura interna de la nariz. El tabique nasal, formado por cartílago y hueso, separa las dos fosas nasales y permite que el aire fluya correctamente. Sustancias como la cocaína o algunas anfetaminas, al ser inhaladas, entran en contacto directo con esta delicada mucosa, reducen el riego sanguíneo y pueden acabar provocando la muerte del tejido. Con el tiempo, esa necrosis genera una perforación que puede ir creciendo y afectar tanto la respiración como la forma de la nariz.
Aunque este daño no se produce de un día para otro, los primeros síntomas suelen pasar desapercibidos. Hemorragias frecuentes, sensación de sequedad, dolor o un leve silbido al respirar son señales de alerta que muchos ignoran. Si la lesión avanza, puede aparecer una perforación visible y permanente, con complicaciones estéticas y respiratorias que a veces solo pueden tratarse mediante cirugía reconstructiva.
Paris Jackson ha explicado que no ha querido operarse para evitar recurrir a medicamentos que podrían poner en riesgo su proceso de rehabilitación. Su decisión muestra que el daño físico de las drogas no se limita al momento del consumo, sino que puede condicionar la vida mucho tiempo después.
En definitiva, las drogas no solo afectan al cerebro o al comportamiento: también dejan huellas en el cuerpo, a veces tan visibles como una perforación en la nariz.
Publicidad





