OLVÍDATE DEL CAFÉ FRÍO
El café caliente es perfecto para llevar mejor el calor, y lo dice la ciencia
Aunque parezca contradictorio, una taza de café caliente puede ser un aliado contra el calor del verano. La ciencia explica por qué refresca más de lo que creemos.

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Con la llegada del verano, lo habitual es buscar bebidas frías para combatir el calor: refrescos, agua con hielo o incluso helados. Por eso, puede sorprender ver a alguien tomar una taza de café caliente en pleno día sofocante. Lo curioso es que, lejos de ser un sinsentido, la ciencia ha demostrado que esta costumbre puede tener efectos beneficiosos para sobrellevar las altas temperaturas.
Un estudio científico mostró que las bebidas calientes, como el café o el té, pueden contribuir a reducir la sensación de calor. Aunque la intuición indique lo contrario, al ingerir un líquido caliente el cuerpo reacciona incrementando la sudoración, lo que a su vez favorece un mecanismo natural de enfriamiento y ayuda a equilibrar la temperatura corporal.

Esto significa que, al tomar una bebida caliente en un entorno caluroso, la temperatura interna del organismo se eleva levemente. Ese pequeño aumento activa las respuestas fisiológicas necesarias para liberar calor mediante el sudor. El resultado final es una sensación de frescor una vez que la sudoración se evapora, lo que explica por qué en muchos países cálidos se consume tradicionalmente té o café en verano.
No obstante, factores externos como la humedad ambiental o el nivel de hidratación influyen en la eficacia de este proceso. En climas muy húmedos, el sudor tarda más en evaporarse y el efecto refrescante disminuye. Por ello, los expertos recomiendan no abusar de las bebidas calientes y mantener siempre una adecuada hidratación, acompañándolas de líquidos a temperatura ambiente para evitar un gasto energético excesivo.
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