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EL CURIOSITY LO INVESTIGA

¿Vida en Marte? La NASA estudia el hallazgo de metano en el planeta rojo

El astromóvil Curiosity de la NASA detecta niveles de metano en Marte, un gas producido principalmente por organismos vivos.

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Un grupo de científicos ha señalado una ubicación en el planeta Marte donde se ha detectado una fuente misteriosa de metano, un gas producido frecuentemente por microbios. El rover Curiosity de la NASA, un astromóvil de exploración marciana que se lanzó a Marte en 2012, ha detectado hasta seis veces las señales de metano desde que aterrizó en el planeta. Sin embargo, los científicos no habían sido capaces de encontrar su origen hasta ahora, cuando gracias a un nuevo análisis, han conseguido rastrear los “eructos” de metano hasta su origen.

Para encontrar la fuente desconocida del metano, los investigadores del Instituto Tecnológico de California modelaron las partículas del gas metano, dividiéndolas en tandas diferentes. El equipo rastreó esas tandas de metano hasta sus posibles puntos de emisión, teniendo en cuenta la velocidad y la dirección del viento. De esta forma, consiguieron triangular las regiones en las que es más posible que se encuentre el gas, y una de ellas se encuentra muy cerca donde está el rover Curiosity.

¿Hay vida en Marte?

Haber detectado gas metano en Marte y tener ubicada una de las fuentes de donde puede provenir es un hecho emocionante, pues casi todo el metano de la atmósfera terrestre tiene un origen biológico. Por tanto, una señal como esta podría ser clave para encontrar vida en el planeta vecino que creíamos inhabitado. Si por el contrario, el metano fuera producido por procesos no biológicos, podría significar que hubiera una actividad geológica ligada a la presencia de agua líquida, lo cual es vital para que la vida prospere.

El rover Curiosity detectó los niveles de metano gracias a un instrumento llamado Espectrómetro de Láser Sintonizable (Tunable Laser Spectrometer), capaz de detectar rastros del gas a menos de media parte por billón (ppb), es decir, la cantidad de una pizca de sal dentro de una piscina de tamaño olímpico. Dichos niveles de metano que condujeron al equipo a la posible fuente, fueron registrados en aproximadamente diez partes por billón (ppb).

Por otro lado, también es posible que el metano se esté filtrando desde algún lugar bajo la superficie de Marte, por lo que algunos científicos consideran que encontrar la fuente puede ser muy complicado. Por el momento, aunque aún no sabemos si ese metano procede de formas de vida diminutas, sí conocemos que la vida útil detectable del gas es de 330 años y después se destruye. Por esta razón cabe la posibilidad de que lo que produjese el metano podría seguir produciéndolo hoy. Ahora sólo queda esperar a que los investigadores averigüen qué es lo que expulsó el metano.

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