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Para también explorar los océanos extraterrestres

La NASA prueba en las profundidades del océano el dron que quiere enviar a la luna de Júpiter

Los océanos subsuperficiales de los satélites helados del sistema solar son el objetivo para la futura búsqueda de vida extraterrestre.

Representación científica de los chorros de gas que emergen de la superficie de Europa en Júpiter procedentes del océano subterráneo del satélite

Representación científica de los chorros de gas que emergen de la superficie de Europa en Júpiter procedentes del océano subterráneo del satélite NASA

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Cuando la misión Cassini descubrió que el satélite Encélado de Saturno alberga en su interior un océano potencialmente habitable, la cosa cambió. Desde entonces, muchos de los esfuerzos para la búsqueda de vida en el solar en futuras misiones espaciales se han centrado en estas masas de agua subsuperficiales. Otro de los satélites que albergan otro océano interno es Europa en Júpiter.

Y ahora, la NASA está colaborando en un proyecto de la WHOI (Woods Hole Oceanographic Institution) para poner a prueba un dron submarino que explore estos océanos subterráneos.

Este dron está diseñado para que explore la zona hadal o zona de Hades, que es la que está situada por debajo de la zona abisal. El dron ha sido bautizado como Orpheus en honor al mítico héroe griego que se lanzó a las profundidades del infierno dominado por Hades.

Los científicos esperan que este Orpheus encuentre y fotografíe nuevas criaturas marinas que viven en el fondo marino. Y en particular la NASA espera poder crear un dron sumergible tan pequeño y ligero que algún día pueda ser lanzarlo al espacio para explorar estos océanos extraterrestres.

Orpheus está equipado con cuatro cámaras de alta calidad tanto para ayudar al vehículo a navegar por sí mismo como para capturar el paisaje. Y en una inmersión de prueba que tuvo lugar el pasado septiembre, Orpheus vislumbró algunas criaturas con forma de cangrejo y gusanos tubulares.

En esta inmersión profundizó hasta los 176 metros. Cuando descienda hasta la zona de Hades, podría llegar a los 11.000 metros. Ahí tendrá que salvar el problema de la presión, ya que Orpheus tendrá que soportar unos valores más de 1.000 veces mayor a la que existe a nivel del mar.

Pero antes de viajar al espacio, los científicos deberán aprender otra cosa: a reconocer y observar formas de vida que puedan prosperar con estos valores de presión. Así los investigadores no ignorarán algún signo de vida desconocido que esté justo delante de sus ojos.

Es por esto que el equipo científico de Orpheus está deseando que descienda a una gran profundidad para empezar a identificar estos seres vivos adaptados a unos valores de presión que también se dan en aquella luna de Júpiter.

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