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ASTRONOMÍA

Los españoles se preparan para la misión a Marte de 2020

Los investigadores del Centro de Astrobiología de Madrid preparan una propuesta para incorporar su dispositivo detector de vida en el rover que la NASA enviará al planeta rojo en siete años.

Pruebas en el Ártico

Instrumento SOLID durante las pruebas en el Ártico Materia

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La NASA ya ha presentado los objetivos y requisitos técnicos del próximo vehículo que se enviará a Marte en 2020. Y en el informe con el plan detallado de la misión, se menciona como posible candidato a bordo del explorador el instrumento SOLID (Sign Of Life Detector, detector de signos de vida), un sistema de detección de biomarcadores desarrollado por los investigadores españoles del Centro de Astrobiología de Madrid (CAB) centro mixto del INTA y CSIC en Madrid.

“SOLID podría usarse para la detección de vida extraterrestre en Marte detectando biomarcadores universales como aminoácidos, polímeros o esporas microbianas, y también para la protección del planeta, monitorizando la contaminación causada durante las exploraciones robóticas o humanas en el entorno extraterrestre”, detalla el informe del comité científico emitido por la NASA y a cargo del geólogo Jack Mustard.

SOLID podría usarse para la detección de vida extraterrestre en Marte

El heredero de lCuriosity será el primer robot de exploración que se envíe a Marte con el objetivo de, además de buscar indicadores de vida en el pasado, tomar muestras y prepararlas para su posterior (y aún no planeado) regreso a la Tierra, donde se analizarían exhaustivamente. Uno de sus objetivos clave es la preparación de una futura misión humana segura a Marte, y para ello se necesitan biomarcadores que determinen si existen sustancias biológicas potencialmente peligrosas para los humanos que viajasen a Marte o que pudieran contaminar el entorno terrestre al ser traídas de vuelta a nuestro planeta.

Propuesta conjunta

Los investigadores del CAB están trabajando ahora conjuntamente con NASA Ames Research Centre (un centro de investigación de la NASA en California), para presentar en septiembre una propuesta formal del instrumento a la agencia estadounidense que se ajuste a todas las necesidades de la misión. El instrumento español es uno de los más avanzados con este objetivo y está basado en los microarrays (chips) de anticuerpos, que detectan la presencia de diferentes microorganismos y compuestos biológicos.

“Sólo tenemos un posible competidor, y por ahora estamos expectantes”, explica Victor Parro, biólogo experto que dirige el equipo que lleva desde 2001 trabajando en SOLID, un instrumento diseñado y construido para la detección e identificación de vida extraplanetaria tanto actual como extinta en Marte. “El instrumento está capacitado para desempeñar los objetivos que ha planteado la NASA, pero hay que luchar para conseguir que nuestra propuesta encaje con todas las resoluciones de la NASA”, explica Parro.

La única limitación a la que se enfrentan es que el rover de 2020 no va a proporcionar los sistemas auxiliares de recogida y procesamiento de muestras para que sean analizadas en el interior del instrumento. La idea es llevar el instrumento a la muestra, no la muestra al instrumento, lo que perjudicaría a SOLID, que necesita recibir las muestras ya pulverizadas para analizarlas. Por este motivo, el equipo del Centro de Investigación Ames de la NASA está trabajando en una solución: “están buscando opciones para, de forma independiente, desarrollar un dispositivo que pueda llevar las muestras a SOLID” explica Alfonso F. Davila, investigador de NASA Ames.

Este aparato móvil, que olfatea compuestos bioquímicos analizándolos in situ, ya ha demostrado su capacidad en lugares como el desierto de Atacama (Chile), isla Decepción en la Antártida, en Riotinto (Huelva) y en la isla Axel Heiberg, situada en el Ártico canadiense. Cada uno de estos sitios representa un análogo terrestre a otros ambientes detectados en el planeta vecino. “Si hay microorganismos en Marte en condiciones similares a las que encontramos en las salmueras de yeso del Ártico, podríamos detectarlos con instrumentos como SOLID”, asegura Parro.

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