A UN PASO DEL ESPACIO
La astronauta Sara García cuenta su experiencia en microgravedad: "Es como volver a ser un bebé, divertido y exigente"
En septiembre de 2024, Sara García fue seleccionada como miembro de la reserva de la Agencia Espacial Europea, convirtiéndose así en la primera mujer española que entrena oficialmente para ir al espacio.

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Sara García, primera mujer española seleccionada para la reserva de astronautas de la Agencia Espacial Española (ESA), ha completado esta semana tres vuelos parabólicos, en los que se generan 30 periodos de microgravedad en cada uno de ellos.
"Es como volver a ser bebé y tener que reaprenderlo todo desde cero: divertido y exigente a la vez", ha señalado la bióloga en una publicación en sus redes sociales, recogida por Europa Press.
Para vivir uno de los entrenamientos "más impresionantes" de la formación de astronautas de la ESA, los vuelos parabólicos, ha viajado a Burdeos (Francia).
Estos vuelos, según ha explicado, reproducen en la Tierra la sensación de ingravidez. "Es como subirse a una montaña rusa gigantesca", ha asegurado.
Un avión especial asciende y desciende en ángulos de 45 grados y, en la parte más alta de la parábola, se experimentan unos 20 segundos sin gravedad. "Es una técnica clave para realizar ciertos experimentos, probar instrumental y poder entrenar como si estuviéramos en una misión", ha detallado.
Antes y después del tramo de ingravidez, la astronauta de la ESA ha soportado una fuerza que llega hasta los 2g. La Agencia Espacial Española participa en estos vuelos parabólicos, que permiten seguir avanzando al sector espacial español.
"¡Qué pasada! Es difícil describirlo con palabras. Al principio parece imposible desenvolverse en ingravidez: evitar chocar con alguien o no salir catapultado ya parece un reto. Pero, tras varias parábolas, cuerpo y mente se adaptan y flotar se vuelve algo natural", relataba Sara García tras su primer vuelo parabólico.
Además de para el entrenamiento de astronautas, estos vuelos innovadores permiten alcanzar importantes avances tecnológicos y científicos.
Los vuelos parabólicos son de gran ayuda para realizar experimentos científicos en microgravedad. De todos en los que ha participado, la astronauta ha destacado el que han desarrollado un equipo de científicas españolas, una investigación que trata de estudiar y contrarrestar los efectos adversos de la microgravedad en el cuerpo humano, "todo un desafío para la futura exploración de la Luna y Marte".
En el proyecto participan la Universidad Carlos III de Madrid, INTA y la Agencia Espacial Española. Además, cuenta con socios internacionales como las universidades de California y Florida; y con la financiación de la ESA, la NASA, la Universidad de Texas y la Lockheed Martin Corporation.
Al finalizar su tercer y último vuelo parabólico, Sara García ha indicado que "tareas tan simples como mantener el equilibrio al desplazarte, abrir una bolsa o pasarle un objeto a una compañera se vuelven un desafío en microgravedad".
"Los vuelos parabólicos nos permiten adquirir habilidades para desenvolvernos en el espacio. Hemos trabajado con los guantes del traje espacial -que tienen siete capas-, a manipular objetos o a movernos en una zona que recrea el interior de la Estación Espacial Internacional", ha detallado.
La astronauta de la ESA ha añadido que el proceso demanda "una gran preparación física y mental, además de una coordinación constante con el grupo".
"Cuatro días intensos y muy enriquecedores. ¡Gracias a todo el equipazo por hacerlo posible!", ha concluido Sara García, quien ha avanzado que la próxima parada será el entrenamiento de supervivencia en aguas abiertas.
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