ESTUDIAN EL PROCESO ERUPTIVO DEL VOLCÁN

A 10 kilómetros bajo la superficie del Teide reside un "corazón caliente" de magma

Un estudio de tomografía sísmica ha analizado la microsismicidad de Tenerife y ha descubierto este corazón de magma próximo a la superficie.

Teide (Tenerife)

Teide (Tenerife)Pixabay

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Científicos del Trofimuk Institute of Petroleum Geology and Geophysics de Novosibirsk en Rusia, el Instituto Volcanológico de Canarias (INVOLCAN) y la Universidad de Granada (UGR) han estudiado la sismicidad de Tenerife y, más especialmente, la que ocurre debajo del volcán Teide.

En un estudio, publicado en 'Journal of Geophysical Research', los científicos han revelado los secretos del interior de la isla mediante una investigación de tomografía sísmica. Para ello han medido y analizado la microsismicidad localizada en el interior de Tenerife.

Esta sería la primera vez en la que los científicos han podido visualizar un "corazón caliente" de magma debajo de la isla. Este estaría situado a menos de diez kilómetros de profundidad de la boca del volcán, lo que podría ser una señal precursora de un proceso eruptivo en el mismo.

Mediante la tomografía, los investigadores han encontrado evidencias de que en la corteza subterránea de la caldera de Las Cañadas es posible que haya pequeños reservorios magmáticos a menos de cinco kilómetros de profundidad. Estos permitirían al magma enfriarse, cambiando su composición química hacia la fonolita, un tipo de magma potencialmente explosivo.

Al mismo tiempo, el estudio en el que participa la UGR explica por qué las erupciones en Tenerife que ocurren fuera de la caldera de Las Cañadas, a lo largo de las dorsales de noreste y noroeste, tienen un carácter más efusivo, no pudiendo en estas zonas el magma estancar por un tiempo suficiente a evolucionar hacía un tipo más explosivo, señala la Universidad de Granada.

El Teide tiene mayor sismicidad desde 2016

Asimismo, la herramienta utilizada por los científicos es importante para interpretar el incremento de la sismicidad en Tenerife y la emisión de dióxido de carbono por el cráter del Teide. Esta mayor actividad se ha registrado desde finales de 2016 y puede estar asociada a un lento ascenso de un diapiro, una "burbuja" de magma.

Así que, los nuevos hallazgos servirán para aprender más sobre cómo funciona el Teide y sus señales de un posible proceso eruptivo en Tenerife.

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