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¿CONOCES TODO DE ESTA APP?

Trucos sencillos para que no odies (tanto) WhatsApp

WhatsApp no es precisamente una aplicación complicada de utilizar, pero hay una serie de trucos que tal vez no conozcas y que pueden mejorar tu experiencia.

WhatsApp esconde algunas funciones menos conocidas

WhatsApp esconde algunas funciones menos conocidas alvy en Flickr bajo licencia CC

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WhatsApp, la aplicación de los 14.000 millones de euros. Lo más probable es que la hayas descargado y que seas usuario (también es muy probable que lo seas muy a tu pesar). Nos guste o no, está en nuestro día a día y tenemos que aprender a convivir con ella y con nuestros contactos. Estos trucos tal vez consigan que tardes un poco más en pasarte a Telegram.

Lo primero es lo primero: que haya dos 'ticks' no significa que el mensaje haya sido leído por el receptor, simplemente que ha sido entregado por el servidor (el primer check significa que el servidor lo ha recibido). Los mensajes no van directamente al teléfono al que los enviamos, sino que pasan por un servidor, que hace las veces de centralita y conecta a los dos usuarios.

Lo más común es que la segunda señal se active cuando una persona abre la aplicación, lo que suele suponer que ha leído el mensaje. Sin embargo, también es posible leerlos sin que WhatsApp se chive ¿Cómo? Desde la barra de notificaciones en Android o la pantalla de bloqueo en iOS.

En general, la aplicación trata de proteger la privacidad de sus usuarios. Otra cosa es que lo consiga, así que cuidado al utilizar WhatsApp en redes WiFi abiertas, especialmente si planeas compartir tus planes para conquistar el mundo o para ser califa en lugar del califa. Pero la app al menos lo intenta.

Así, por ejemplo, un contacto no puede saber si ha sido bloqueado, tan solo sospecharlo ¿No ves la última conexión? ¿No aparece el segundo tick del que hablábamos antes? ¿Te parece raro que no haya cambiado la foto de perfil en los últimos meses? Lo más probable es que te hayas pasado de pesado. Para bloquear, pulsa Ver contacto en la conversación, después MásBloquear. Este paso es reversible en cualquier momento.

Éste, por cierto, era otro de los problemas que tenía WhatsApp hasta hace poco. Lo único necesario para ver la imagen de perfil de un usuario es guardar su número de teléfono en nuestra agenda. A menos, claro, que ese usuario no quiera que sea así. Si entramos en Ajustes y después en Privacidad podemos elegir quién queremos que vea la foto de perfil (cualquiera, los contactos que tenemos en nuestro teléfono o nadie) y, de paso, la última conexión y el estado.

Que quede claro: las aplicaciones que prometen ocultar esto o saber si alguien ha leído un mensaje no solo no funcionan, sino que suelen ser vía de entrada de malware. No las instales. Por supuesto, todo lo que prometa tener WhatsApp gratuito de por vida es igual de falso. La suscripción cuesta 0,89 euros al año, que, seamos sinceros, tampoco es tanto.

Lo que sí se puede hacer es regalar esta suscripción, un gesto tan romántico como un ramo de ladrillos. Entra en Información de pago, pulsa el icono de más opciones (los tres puntos verticales), selecciona Pagar para un amigo, el contacto elegido y la duración de la suscripción (1, 3 o 5 años; los dos segundos con un 10 y 25% de descuento, respectivamente). También puedes hacerlo directamente desde el chat con esta persona en Ver contacto y de nuevo el icono con más opciones. Ahí aparecerá la opción de pagar.

A la hora de compartir imágenes también hay algunos trucos que hacen el proceso más sencillo. Por ejemplo, no es necesario abrir WhatsApp para enviar imágenes, vídeos o direcciones de correo desde Android. El icono de los tres puntos unidos por líneas (Compartir) está precisamente para eso: púlsalo, selecciona WhatsApp y el contacto o grupo elegido.

Si eres de los que descarga todo y luego borra lo que no quiere, entra en Ajustes y después en Ajustes de chat. Ahí está la opción Descarga automática de multimedia, donde puedes elegir qué contenido se bajará automáticamente (entre imágenes, vídeos y audios) al estar conectado a redes WiFi o móviles. En el primer caso es recomendable seleccionar Ningún archivo o, como mucho, únicamente las fotografías. En el segundo no repercutirá en la tarifa de datos, pero por norma general (para WhatsApp y para la vida) conviene no aceptar las cosas sin saber qué son. Que luego firmamos lo que firmamos.

Nada de esto hará que WhatsApp sea más seguro (la cartera de Mark Zuckerberg sí podría conseguirlo) ni que tus contactos sean menos pesados (al menos puedes silenciar los grupos), pero sí hará que la aplicación sea ligeramente más privada y que tengas más control sobre lo que ocurre en ella. Algo es algo.

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