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LA COFUNDADORA DE FLICKR CREA... ¿UN ANTI-SNAPCHAT?

Findery, la red social para los que están hartos de los mensajes que se autodestruyen

Comunidades que miran a largo plazo, contenido pensado para que perdure... Así es Findery, la red social que está en las antípodas de Snapchat y la obsesión por los mensajes que se borran en segundos.

Findery

Se acabó la tiranía de los mensajes cortos gracias a Findery Findery

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Antes estaban los foros y los blogs, con sus 'threads' y 'posts' a veces kilométricos disertando sobre lo humano y lo divino. Luego llegó el iPhone, en 2007, y estalló la revolución de los smartphones. Las redes sociales se volvieron de repente contenedores y altavoces de contenido breve, seguramente demasiado breve, pero todavía no éramos conscientes.

Ahora, nuestra vida digital se expresa en formatos minúsculos (la tiranía del tuit), con gestos minúsculos como los favoritos y los 'me gustas'. Hay fotos irrelevantes por doquier que se autodestruyen y que, las cosas como son, nadie va a echar de menos. Lo efímero, eso de lo que solíamos huir como la peste, está de moda. Snapchat, el fenómeno Yo, Slingshot...Ya nada perdura.

Por suerte, hay quien decide remar contracorriente y, confiando en que se acerque por fin la madurez del consumo de contenidos para móviles, apuesta por formatos algo más extensos y mensajes más duraderos.

Lo curioso es que algunos son viejos conocidos: ahí está Evan Williams, cofundador de Twitter, con su Medium. Y ahí está también Caterina Fake, cofundadora de Flickr. Si ellos apuestan por algo, es que el río suena; si el capital riesgo los respalda, es que además lleva agua. Y tanto que sí: unos y otros están convencidos de que el futuro está, de hecho, en lo caudaloso.

Fake acaba de hacer pública la aplicación de Findery (de momento solo para iOS), la red social -antes conocida como Pinwheel- en la que lleva varios años trabajando. Si ninguno de sus nombres te suena es porque ha estado mucho tiempo en fase de pruebas, solo en versión web y para unos pocos 'beta testers'. Caterina no quería que los usuarios entrasen por primera vez y, al encontrarse el “restaurante vacío”, buscasen otro con más marcha.

Caterina Fake

Tal perfeccionismo y amor por el detalle choca frontalmente con la filosofía que impera entre las redes sociales y las 'apps' de mensajería instantánea: lanza rápido, coge tracción cuanto antes y pega el pelotazo (con suerte, vendiendo tu 'startup' a un gigante). Al fin y al cabo, es lo que piden los inversores, ¿no?

Pues igual se equivocan. Tal vez los usuarios de 'smartphone' están empezando a madurar y quieren algo más duradero. El futuro podría estar en aplicaciones como Findery, que cambia las píldoras a veces insignificantes por lo que ellos llaman “notas”, una publicación “más larga que un tuit pero más corta que un podcast”, en palabras de Fake. Algo así como tres párrafos, siempre y cuando sean suficientes para contar la historia, anécdota o reflexión que el usuario tenga en mente.

Findery va precisamente de eso. Es un mapa interactivo lleno de relatos, de tal forma que el usuario pueda leer los que han dejado otros allí donde se encuentra y dejar su propia aportación en forma de recuerdo o curiosidad.

Y eso no es todo. Los usuarios también pueden crear “mapas de notas”, colecciones de mensajes propios o de otros usuarios sobre un tema o un lugar específico. Por ejemplo, un mapa con las mejores pizzerías de Madrid o los mejores parques de Barcelona - si la aplicación llegará a tener tirón por estos lares.

“Findery concibe el mundo como un lienzo en blanco, superpuesto en un mapa, que puede ser explorado a través de notas geolocalizadas llenas de ideas y experiencias de gente de todos los rincones del planeta”, reza el comunicado de lanzamiento de la 'app'. “Las notas, que pueden ser públicas o privadas, incluyen información histórica, recuerdos o historias personales, hechos poco conocidos y perspectivas únicas. Usando texto, imágenes, vídeos y/o archivos de sonido, Findery anota y organiza la información y experiencias en torno a los lugares de una forma simple”.

De momento, la comunidad más activa es la de San Francisco – donde está la sede de la empresa -, pero también se han dejado notas desde Quito (Ecuador), Riga (Letonia) o París (Francia).

Funcione o no funcione el proyecto de Caterina, sin duda está entre los primeros exponentes de lo que podría ser un inminente cambio de ciclo. ¿Están madurando los dispositivos móviles? ¿Ha llegado la hora de las historias largas para leer en el sofá? Lo sabremos cuando a esta nueva ola de 'startups' le salga su primer unicornio.

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