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Control parental: protege a tus hijos en iOS y Android

¿Te preocupa que los más pequeños de la casa puedan ver contenidos para adultos en tu tableta o teléfono? ¿O que le dejes divertirse con el juego de moda y empiecen a comprar más niveles dentro de la app? Dedícale un tiempo a ajustar los controles parentales.

Una niña utiliza una tableta

Una niña utiliza una tableta flickingerbrad en Flickr bajo licencia CC

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Hay muchas cosas ahí fuera que no queremos que sean accesibles para los más pequeños, no sólo por su seguridad, sino también por el dinero que pueden llegar a gastar con compras en juegos y demás. Porque, confiésalo, tú también eres de los que les deja jugar con tus gadgets.

Aquí algunas indicaciones para blindar lo mejor posible tus aparatos antes de que los más pequeños los usen.

Los permisos parentales en iOS

En lo que a seguridad sobre el acceso de los menores iOS cuenta con un ecosistema muy fiable cuando hablamos de restricciones parentales, algo en lo que siempre ha llevado ventaja respecto a Android. Pero, ¿cómo activarlo?

Lo primero que vas a necesitar para configurar los controles parentales en el SO móvil de Apple es un código de restricción que no puedes olvidar bajo ningún concepto... si no tendrás que restaurar los valores de fábrica del iPhone o iPad.

En Ajustes / General / Restricciones lo único que te deja hacer al principio es activar en el sistema la clave para dichos controles, con los que podrás restringir el acceso para todo el funcionamiento o para partes específicas de las apps. También podrás establecer el control por edades o elegir un perfil para niños y otro para adultos, pero vayamos por partes.

El primer bloque de ajustes es “Permitir”, con el que podemos hacer que desaparezcan del menú apps como Safari, Facetime o Cámara, aunque evitar que naveguen por la web o tomen fotografías es bastante radical. De todos modos la parte más interesante de este bloque es restringir que se instalen o eliminen apps y, sobre todo, poder capar la opción de las peligrosas compras-in-app.

En el apartado de “Contenido permitido” se puede bloquear el acceso a música, podcasts, películas, libros y aplicaciones del App Store, contenido que en cualquier caso está fuertemente filtrado por parte de Apple y calificado por edades, una buena manera de evitar el contenido explícito.

El apartado más interesante es el de sitios web, una gran manera de controlar la navegación, pudiendo limitarlo genéricamente o añadir manualmente las páginas que no quieres que visiten.

Otra opción muy útil en esta parte de ajustes es la de solicitar la contraseña para las compras, algo que podemos cambiar de los “15 minutos” predeterminados por Apple desde que la introducimos por primera vez a “de inmediato”.

El tercer bloque es el de “Privacidad”, en el que puedes modificar qué apps tienen permiso o no para acceder al GPS, la lista de contactos, los calendarios, los recordatorios, el carrete de fotos, el bluetooth, el micrófono...

En cuarto lugar tenemos las opciones de “Permitir cambios”, para evitar que nuestros hijos hagan cambios en las cuentas, que las apps se actualicen en segundo plano o el volumen, para que no se hagan daño en los oídos con los auriculares.

Y, para finalizar, la quinta sección es la de “Game Center”, para evitar que puedan añadir amigos o juegos multijugador.

Controles parentales en Android

Android da la posibilidad en la versión para tabletas, como si de un ordenador se tratara, de crear varios perfiles de usuario, lo que de hecho se utiliza para poder crear uno limitado para los más peques.

Dentro de los ajustes tienes que acceder a Usuarios (en la sección que agrupa las opciones de Dispositivo). Desde ahí podemos añadir un nuevo usuario que tendrá restringido el acceso a las aplicaciones y contenidos que estimemos oportuno.

Si el usuario que crea el nuevo perfil (una suerte de administrador en un ordenador) no tiene un PIN de desbloqueo se le requerirá que establezca una contraseña numérica (no vale el patrón) para que en la pantalla de desbloqueo aparezcan los distintos perfiles a los que se puede acceder en la tableta.

Después de “asegurar” la sesión principal nos pondremos manos a la obra para editar el perfil limitado, que podremos nombrar como queramos. Dentro tendremos las opciones para “Restringir contenido y aplicaciones”, que podemos dejar visibles o bloquearlas para vuestros enanos.

Para evitar los pagos dentro de aplicaciones aptas para niños sin tener que vetárselas tendremos que acceder a los ajustes de Google Play. En los “Controles de usuario” podemos establecer que se solicite la contraseña de usuario cada vez que se intente realizar un pago. También se pueden crear un filtro de contenido para limitar las apps que pueden descargarse, para lo que tendrás que crear un nuevo PIN.

Ahora ya no tienes excusa para dejarle tu tableta o móvil a los niños. ¿verdad?

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