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UN ESTUDIO CONFIRMA LO QUE YA SOSPECHÁBAMOS

Si acabas con punto un mensaje de WhatsApp, es que estás cabreado

Acabar una frase en WhatsApp con punto y enviarla te convierte en una persona brusca y enfadada. Al menos es la conclusión que se extrae de un estudio elaborado por la State University de New York Binghamton, que analiza cómo se interpretan los signos de puntuación en la app de mensajería.

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Imagina que WhatsApp funcionase como Twitter maximiliankiener.com

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Si recibes una frase por WhatsApp que termina con un punto, una de dos, o es tu madre –que no puede escribir de manera distinta a como le enseñaron cuando tenía seis años– o la persona que te envía el mensaje está cabreada. Puede que incluso viva cabreada. Lo que está claro es que sus intenciones no son darte un abrazo cuando te vea.

En la nueva era de la comunicación, con miles de millones de mensajes –de WhatsApp, Line, aplicaciones varias, sms– escritos y enviados cada día, las normas de puntuación se relajan y los usuarios crean su propio código, al margen de la RAE y los dictados de la élite académica. Y su código se basa en lo mismo que todos los lenguajes: facilitar la comunicación.

En todo esto el punto tiene un papel muy limitado. Si alguien acaba una frase con un punto en un chat percibimos la distancia, una especie de corte tajante, pensamos “qué borde”. El estudio de la State University de New York Binghamton ha venido a confirmar nuestras sospechas. Los investigadores llegaron a la conclusión de que acabar con un punto un sms o un mensaje en chats como el WhatsApp y otro tipo de aplicaciones móviles de mensajería instantánea refleja insinceridad, enfado y brusquedad.

Así de tajantes se han mostrado los investigadores tras conocer los resultados del estudio, en el que participaron 126 estudiantes universitarios. Ante la pregunta ‘Dave me ha regalado entradas, ¿quieres venir?’ se pidió a los participantes que contestaran con expresiones del tipo ‘ok’, ‘,sí’, ‘claro’. Estas palabras estarían rematadas, o no, por un punto al final. Al evaluar las reacciones de quienes recibían la respuesta se dieron cuenta de la diferencia que marcaba el punto.

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Esto no significa que en el móvil se puedan puntuar las frases como lo haría un jabalí. El estudio señala que hay algo específico sobre el uso del punto que lo convierte en especial e impregna al emisor del mensaje de un halo de bordería. Ni que decir tiene, el estudio tampoco justifica las faltas de ortografía.

¿Qué pasa con otros signos de puntuación?

Los investigadores han descubierto que otros signos de puntuación expresan lo contrario al punto. Terminar la frase con un signo de exclamación le da un toque de sinceridad al mensaje. Y es que los usuarios de aplicaciones móviles de mensajería instantánea nos comunicamos con lo que tenemos a mano, ya sean emoticonos e imágenes, pero también faltas de ortografía o palabras inventadas que intentan reproducir sonidos.

Jugar con la puntuación en estos mensajes no es sino una forma de comunicarse. De hecho el uso de la gramática evoluciona con las nuevas formas de comunicación. No es lo mismo escribir en un periódico o en un examen que hacerlo en un email y la cosa cambia de nuevo para mandar un mensaje móvil. Así, los investigadores creen que el punto está más aceptado en el email que en los mensajes de texto.

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