"La casa es enorme, con piscina, cuatro habitaciones, dos salones, barbacoa... y hay de todo para Janaína". Así de ilusionado describió Marcos Campos el chalé que alquiló en Pioz (Guadalajara) a su familia en Brasil a través de un audio de WhatsApp que recoge el primer capítulo de 'No se lo digas a nadie', de ATRESplayer PREMIUM, una docuserie sobre el conocido como 'crimen de Pioz'.

La vivienda se encuentra en una tranquila urbanización de difícil acceso en transporte público, tal y como describen los agentes inmobiliarios que llevaron a cabo los trámites del alquiler con el padre de familia y el vigilante de seguridad de la misma, que fue quien dio la voz de alarma alertado por los vecinos del mal olor que había en la casa. "Los chalés son grandes y las parcelas son grandes. La gente que hay viviendo ahí es gente que prefiere hacer unos pocos de kilómetros y luego retornar a un sitio tranquilo", cuenta en la docuserie.

El dueño de la agencia inmobiliaria afirma que el momento de la firma del contrato fue "peculiar". "El cliente llega tarde y sobre todo con ganas de tener las llaves de su casa e iniciar esa nueva vida, que yo detectaba que él quería ya", asegura ante las cámaras. Campos llevaba el dinero en efectivo "con billetaje" de 20 y 50 euros. "Eran unos billetes muy usados y como si hubiesen estado guardados en algún sitio húmedo". Fue aquí cuando comenzó a "focalizarse" en él. "Por ejemplo, la gente que alquila un inmueble, que luego lo va a dedicar a plantar marihuana, es gente que se mueve con efectivo, con mucho efectivo". Zaplana empezó entonces a hacerse preguntas: "¿Este cliente de dónde sale? ¿De dónde ha aparecido y cómo ha llegado aquí?".

Una vez viviendo allí, Marcos contó a su familia a través de mensajes de audio de WhatsApp cómo era la casa o cuánto tardaba en llegar al trabajo. También les envió vídeos de la pequeña María Carolina y de su hermano David, jugado con el agua en el patrio durante el sofocante calor del verano. Tiempo después, Marcos Campos, su mujer Janaína Santos y sus hijos serían asesinados en este lugar recóndito e idílico por Patrick Nogueira, sobrino de la familia. Sus cadáveres, descuartizados, fueron encontrados en bolsas de basura en el salón del domicilio.

La serie documental incluye además un vídeo casero que el propio Marcos grabó en el que puede verse a los pequeños Maria Carolina y David, de tres y un año disfrutando bailando y jugando con la manguera en el patio de la vivienda.