'Las noches de Tefía' es una de las grandes apuestas de atresplayer dentro de la revolución que comienza el próximo 5 de julio. Precedida por un gran éxito entre la critica que pudo verla en el Festival de Málaga llega ahora al gran público con su estreno en cines el 22 de junio y en la plataforma el 25. El creador Miguel del Arco, el director Rómulo Aguillaume y gran parte del elenco presentaban una vez más a la prensa un trabajo que ha sido, según explican, "un viaje maravilloso".

Uno de los actores presentes fue Miquel Fernández que da vida a Charli uno de los presos. Visiblemente emocionado, Fernández explicaba que la serie "es un regalo". El actor agradecía poder estar en ella y ahora presentársela al público: "Es una de las cosas más bonitas que me han pasado en la profesión", ha asegurado. Y añadía que el proyecto "ha hecho que ame, quiera y respete más la profesión". Segú ha explicado sobre Charli, es alguien que "está fuera de lugar en el campo de concentración, es el personaje más intelectual, que viene del mundo del teatro, no está allí por ser homosexual". Su papel en el grupo es importante porque es quien aporta la imaginación y la creatividad y crea el Tindaya, ese lugar de evasión que les permite salir de sus miserias. "Cuenta historias que podrían ser una serie, una película como las que vemos ahora".

'Las noches de Tefía' cuenta una historia real silenciada por el franquismo porque como dijo Miguel del Arco en la presentación de la serie en Málaga: "Lo que hizo muy bien el régimen fue borrar las huellas de sus crímenes". El campo de concentración de Tefia cambió su nombre por el eufemístico Colonia Penitenciaria Agrícola de Tefía y estaba ubicado en un paraje desértico de Fuerteventura que ni siquiera tenía vallas porque era imposible huir de él sin morir de hambre en el desierto o ahogado en el mar.

Como explicaba Fernández, su personaje Charli logra cada noche crear un espacio de evasión para sus compañeros de barracón. Ese lugar es el Tindaya, un music-hall en el que todos tienen un alter ego y gozan de libertad para huir del horror, aunque sea con la mente. Ese lugar contrasta con la realidad de torturas y trabajos forzados que viven en el campo de concentración y que están representados como recuerdos en blanco y negro. Son, en realidad, los recuerdos de Airam Betacor que llegó a Tefía con solo 19 años y vivió aterrorizado durante 17 meses. Ahora es un empresario canario que se ve obligado a enfrentarse al pasado a petición de un documentalista que quiere sacar a la luz la historia de Tefía. Para Airam, recordar supone no solo hacer frente a su pasado sino también a su vida en el presente, en 2004.