Cuando agentes de la Guardia Civil registraban la vivienda de la familia de Antonio Anglés, en busca de pruebas que pudiesen ligarlo con la desaparición de las tres niñas de Alcàsser sonó el teléfono. Los agentes escucharon atentos una llamada que dejaba muchas incógnitas por resolver.
"Kelly, soy yo, Rubén. Cuando venga, le dices al 'El Rubio' que vaya donde está el plato y la maneta de la moto. Que traiga los dos sacos de dormir y los Kellogg's y la leche que hay encima de la nevera. ¿Sabes?, lo antes posible".
Más Noticias
-
Jennifer Aniston reflexiona sobre el humor ofensivo de 'Friends': "Debimos pensar mejor algunas cosas"
-
Muere Laura Gómez-Lacueva, actriz de 'El pueblo' (Amazon Prime Video), a los 48 años
-
Netflix caza su próximo éxito en el sector editorial: de la segunda parte de 'La chica de nieve' a lo nuevo de Oriol Paulo
-
El cambio de planes de HBO sobre la precuela de 'Juego de tronos', 'La casa del dragón'
-
Brian Cox encuentra a su personaje de 'Succession' en un cuadro de Goya del Museo del Prado
Eso es lo que se escuchó al otro lado del teléfono y que el exsargento de la Guardia Civil José Moreno Alegre aún recuerda bien: "Se comunicaba de una forma como ocultando datos", explica en la docuserie 'Anglés: Historia de una fuga'.
Así fue el registro de la Guardia Civil en el piso de Antonio Anglés: "No hubo alteración hasta que llegó Miguel Ricart"
El sargento de la Guardia Civil que registró la casa de la familia Anglés en busca de una pista sobre el triple asesinato de Alcàsser narra en la docuserie 'Anglés: Historia de una fuga' cómo fueron esos momentos.