El encargado de programación de HBO, Casey Bloys, ha asegurado en una entrevista a 'Entertainment Weekly' que la novena y última temporada de Juego de Tronos podría retrasarse hasta el año 2019 y no 2018 como estaba previsto.

Bloys ha justificado el retraso asegurando que la serie exige una calidad que cuesta lograr en un corto intervalo de tiempo: "Uno de los sellos de la serie es que tiene un sentido muy cinematográfico, que ha demostrado que la televisión puede llegar a ser tan espectacular y, en ocasiones, más incluso que el cine. Lo que se está haciendo es monumental. Las batallas que se verán en la séptima temporada serán impresionantes y la octava temporada será un verdadero espectáculo".

En la entrevista también ha aprovechado para desmendir los cuatro spin-offs que podrían surgir de Juego de Tronos, según se habla en redes sociales: "En la prensa, todo el mundo dice, 'habrá cuatro spin-offs' y asumen que todos van a ocurrir y tendremos un nuevo Juego de Tronos por cuatro. Eso no va a pasar. La idea no es hacer cuatro series".