El encuentro más esperado por fin ha llegado. Los dos bandos, los que siguen a la Reina de Dragones y los de los Lannister, se sientan frente a frente. La tensión puede verse en el ambiente. Las dos mujeres que más ansían el trono están la una junto a la otra. El encargado de arbitrar el encuentro era Tyrion.

Una vez anunciado el motivo de la visita (cuyo escenario es Itálica, la ciudad romana de Sevilla), 'El Perro' saca al caminante blanco que aterra a todos los que desconocían la existencia de dichos monstruos. Cersei acepta la tregua que le pedían sus enemigos bajo una condición: que el Rey del Norte, Jon Nieve, se mantenga neutral tras vencer al enemigo común. Este se niega y la Lannister se marcha a sus aposentos.

Tyrion se juega la vida al adentrarse en el despacho de su hermana, quien aprovecha su presencia para lanzarle todos los reproches que se había guardado todos estos últimos años (y temporadas). Finalmente, las dos partes aceptan la tregua y se ponen a trabajar para contrarrestar al Rey de la Noche.

Mientras tanto, en Invernalia, Meñique y Sansa siguen elucubrando sobre las intenciones de Arya: su oscuridad, su pasado y su ira le hacen un aparente enemigo del reinado. Durante el juicio, cuando parecía estar acusando a su hermana de traición y asesinato, Sansa señala al noble y, gracias al poder de su hermano (el Cuervo de tres ojos que puede verlo todo), le acusa y ordena su ejecución, que lleva a cabo la propia Arya.

Samwell Tarly vuelve a Invernalia a reencontrarse con Jon para ayudarle en su cruzada contra los caminantes blancos. Le recibe su hermano, Bran Stark, con el que tuvo una esperada conversación que revela el verdadero origen de Jon Nieve: es hijo de Rhaegar Targaryen y Lyanna Stark.

Los últimos minutos de la temporada nos sitúan en El Muro, donde la llegada de los miles de caminantes blancos la culmina el Rey de la Noche a lomos del dragón que reconvirtió en el último capítulo y con el que se ayuda para destruir el último obstáculo antes de la llegada a los Siete Reinos: ya no hay nada que pare a los hijos del hielo.