El fan que ha descubierto esta teoría tiene claro que el karma también tiene cabida en los Siete Reinos. Si repasamos las muertes de algunos de los protagonistas descubrimos que la mayoría están relacionadas con sus actos en el pasado. Comenzamos con Ned Stark. En el primer capítulo de la saga, el entonces señor de Invernalia blande su espada para decapitar a un desertor de la Guardia de la Noche que huye del muro tras haber avistado a los Caminantes Blancos. Pues bien, en los capítulos finales de la primera temporada, él mismo fue decapitado con la misma espada.

Seguimos con la sangrienta 'Boda Roja'. Allí, Catelyn Stark fue degollada por orden de Walder Frey. Al final de la sexta temporada, fue la hija de esta, Arya Stark, quien degolló a Frey como venganza. La joven Stark fue también protagonista en la muerte más evidente según este patrón. Fue la de Polliver, miembro de la guardia de la 'Montaña' en Harrenhal. Polliver mató a Lommy, un amigo de Arya, insertándole la espada de la pequeña de los Stark, 'Aguja', en el cuello. Poco después, esta le asesinó de la misma forma y con la misma espada.

Por su parte, Tywin Lannister fue asesinado por su hijo Tyrion mientras estaba sentado en el baño. Cabe recordar que, como menciona el 'gnomo', Tywin puso a su hijo a cargo de las tuberías y cañerías de Roca Casterly, es decir, las que expulsan los deshechos de los baños. Asimismo, a Ramsay Bolton también le castigó el Karma. Su afición por echar de comer a personas vivas a sus perros le pasó factura, pues fueron éstos los que lo devoraron mientras Sansa lo contemplaba.

Uno de los personajes más emblemáticos de la séptima temporada de Juego de Tronos Olenna Tyrell tuvo también una muerte muy relacionada con su acción más importante en la serie. Ella envenenó a Joffrey y fueron los padres de este enfermizo rey los que ejecutaron a Olenna también con veneno, eso sí mucho más agradable. Además, cabe recordar que en el asesinato de Joffrey también intervino Meñique, conocido por sus artimañas durante todo la serie. Una de sus traiciones más relevantes fue a Catelyn Stark, al mentirle sobre la daga empleada en el intento de asesinato de su hijo Bran. Pero llegó el Karma y finalmente Arya, cumpliendo la sentencia de su hermana Sansa, le cortó el cuello con la misma daga.