Después de tener una visión de la Mujer Misteriosa en su celda, Jonathan Black descubre que el próximo objetivo de la joven es su hermano Cameron. Jonathan llama por teléfono desde la cárcel a El Ilusionista para advertirlo del peligro que corre, pero este, que va caminando por la calle, no consigue escucharle.

De repente, Cameron se ve rodeado de un grupo de jóvenes, que, con sus teléfonos móviles no le dejan ver, por lo que decide adentrarse en un callejón. Tras alejarse de la multitud, Cameron se encuentra con la Mujer Misteriosa, quien le echa un spray en los ojos para secuestrarle.

Jonathan, que continúa al teléfono, se entera de la situación y advierte a Kay de lo sucedido. La agente, con el resto del equipo del FBI, sacan a Jonathan de la cárcel para que les ayude a encontrar a El Ilusionista y capturar, finalmente, a la Mujer Misteriosa.