Cameron Black se convierte en un artista callejero como tapadera para infiltrarse y conocer la ubicación de Bishop. Tras una carreras por los tejados de varios edificios, El Ilusionista termina en la sala en la que se encuentran Bishop y el resto del equipo.

Al reconocerle, Bishop advierte al resto de que Cameron trabaja con el FBI y les pide que lo tiren desde la azotea de un edificio. Un tenso momento en el que El Ilusionista tiene que desvelar su otra habilidad oculta que aprendió de su padre y que le salva la vida tras noquear al resto.