Hombres trajeados mirando hacia todos los lados y conectados con un pinganillo en la oreja son la señal inequívoca de que Roberto Saviano se encuentra cerca.

Saviano nació hace 34 años en Nápoles, la cuna de la mafia italiana. Tras licenciarse en filosofía moderna, se introdujo en el grupo de investigadores Observatorio de la Camorra y ello le cambió la vida.

En 2006, con 27 años, Roberto Saviano da un paso que le catapulta a la fama mundial y, al mismo tiempo, le obliga a vivir en la sombra. Publica la novela Gomorra, donde describe sin tapujos, con hechos y personajes reales la forma de actuar de la Camorra italiana. Abandona sus trabajos precarios y alcanza su sueño: ser escritor. 

Más de dos millones de copias vendidas sólo en Italia, diez en todo el mundo, traducción a 33 idiomas, incontables galardones y, justo cuando la ola empezaba a perder fuerza, aparece la película y se lleva el Gran Premio en el Festival de Cannes de 2008.

El libro reabrió el debate en Italia y molestó a la mafia, Berlusconi le acusó de antipatriótico y algunos napolitanos le repudiaron por dañar la imagen de la ciudad. La Camorra le hizo perder a su novia, a sus amigos y a su familia a base de amenazas de muerte.

Saviano confesó odiar el libro por haber destruido su mundo, pero aguantó hasta que puedo. Y pudo hasta que la prensa publicó la fecha de su merte: el clan de los Calesi tenía previsto asesinarle a él y su escolta el 14 de octubre de 2008 en un atentado espectacular antes de Navidad. 

Saviano tuvo que abandonar Italia, lo hizo "condenado a muerte" y, hasta su reciente regreso a Nápoles para presentar otro libro rodeado de carabineros, ha vivido siempre rodeado de armas, sin domicilio fijo, sin poder usar tarjetas de crédito. Como dice él, “es una media muerte o una media vida”