Tras descubrír el porqué de la ruptura con su esposa, Sebas se vuelve un malhumorado y quejica vecino que hace la vida imposible a sus divertidas vecinas treinteañeras con las que se ha ido a vivir para intentar olvidar a Lola.

Ana está harta de Sebas y quiere que se marche lo antes posible de su piso. En cabio, Oli se apiada de él y prefiere darle una oportunidad.