Valeria Ros ha recordado un momento vergonzoso que vivió cuando trabajaba como camarera en Londres, en un estadio de conciertos. Ocurrió durante un concierto de heavy metal y todo fue culpa de su inglés, que le jugó una mala pasada.

Explica que había una mesa llena de heavys en la zona de comida en la que ella trabajaba y se acercó y les preguntó si querían que se lo quitase todo, cuando en realidad quería preguntarles si ya podía retirarles los restos de la comida. "Estaba mal dicho, he tenido muchos errores", confiesa.