El síndrome genitourinario consiste en una serie de síntomas y signos que se asocian a la disminución de las hormonas femeninas, los estrógenos. Boticaria García explica que, cuando hay menos, se producen "cambios muy molestos", como la atrofia vaginal, falta de lubricación, molestias vaginales, dolor en las relaciones sexuales, infecciones urinarias de repetición y prolapsos vaginales.

La experta indica que existen tratamientos como cremas con estrógenos para aplicar las hormonas que faltan, así como fármacos, que se unen a los receptores de los estrógenos, de forma que "engañan al cuerpo haciéndole creer que no los ha perdido".

Sin embargo, mucha gente prefiere recurrir a un tratamiento con láser, aunque "no es un milagro", señala, pero desde las sociedades científicas sí se considera una opción para las personas que no quieren usar terapia hormonal, a pesar de ser seguro.