En Hamburgo se ha producido un nuevo caso de vandalismo para protestar contra el cambio climático. En esta ocasión, dos activistas del grupo Last Generation interrumpieron un concierto de la filarmónica y se pegaron a una barandilla para protestar contra las políticas climáticas del gobierno alemán.
Pero, "no se fijaron en un pequeño detalle", comenta Quique Peinado, y es que, la "barandilla era de quita y pon", por lo que echarlos fue tan sencillo como desalojarlos del recinto junto a la barandilla: "No hizo falta ni destornillador", apunta el de Vallecas, que muestra cómo termina esta surrealista protesta: "Con una foto de los activistas en el backstage esperando a ser despegados y detenidos por la policía".