El 5 de noviembre Dani Mateo dejó una hamburguesa en el plató de Zapeando para saber cuánto podría aguantar sin tener contacto con nada más. Semanas después, la hamburguesa, que sigue en el mismo sitio y ya muestra signos de descomposición, se convierte en la protagonista de la broma de Miki Nadal a sus compañeros.

Y es que el zapeador ha comenzado a comer trozos de la misma llenos de moho ante los gritos de sus compañeros, quien comienza a pedirle que pare de comérsela. Incluso, Cristina Pedroche confiesa el mal rato que está pasando al pensar que su compañero se va a poner malo: "Se me saltan las lágrimas".

Finalmente, Nadal desvela que es una broma y que la hamburguesa que se ha comido no es la que está en mal estado.