El pasado martes, los aventureros de Pekín Express tuvieron que pasar una difícil prueba, la de comer 'el veneno de Shiva'. Una delicatessen de criadillas de cabra con larvas de gusano que los concursantes debían tomar para conseguir el camino a la meta. "Es una mezcla de colonia, mierda y picante", aseguran los primos frikis.