Cristina Pedroche presenta una oferta de trabajo muy llamativa en un lugar remoto de Reino Unido. En Foula, "la isla del fin del mundo", como la llaman los ingleses, se han quedado sin profesor y buscan a alguien licenciado en Educación y que disponga de mucha visión y energía para impartir clase a los cuatro alumnos que tiene la escuela.

Ofrecen un salario de 70.000 euros al año, seis horas de trabajo diarias y con alojamiento incluido, una casa de tres habitaciones. En la isla, solo viven 26 personas pero es famosa por sus acantilados y se puede llegar allí con un ferry que sale desde la isla principal tres veces a la semana.

"No lo parece, pero el sábado hay un ambientazo", ironiza Dani Mateo, e Isabel Forner señala que hay que salir pronto para ir a las discotecas porque si no "las colas son de hora y media".