Maya Pixelskaya realiza en zapeando un ranking de 'cosas que no se necesitábamos pero alguien decidió inventar'. El primero de ellos se llama 'Puppy Twetts', un sensor de sonido y movimiento que interpreta la interactividad de una mascota y lo traduce en tuits. Sin embargo, el aparato cuenta con unas 500 frases prediseñadas, por lo que en realidad no sirve de mucho. Vale 39 euros.

El siguiente es Peggy, una pinza de la ropa que indica cuándo es mejor tender. Pero lo cierto es que está conectada a la previsión meteorológica del teléfono, por lo que se puede consultar de forma manual.

En tercera posición, Maya presenta la primera botella de vino inteligente que, en lugar de etiqueta, tiene una pantalla led a todo color que ofrece información sobre el vino en cuestión y sobre cuánto líquido queda en su interior. El precio de este invento fue de 200 dólares, pero dos años después la empresa cerró y ya no hay vinos compatibles con esta funda.

En segunda posición, la zapeadora ha situado a una huevera inteligente que nos informa directamente al móvil de cuántos huevos tenemos en la nevera y cuándo caduca. En su lanzamiento costaba 68 euros y además la batería dura muy poco y la cobertura en el interior de la nevera es casi nula.

Como ganador se encuentra un invento de higiene femenina. A lo largo de la vida, las mujeres usan unos 6.000 tampones y 8.000 compresas. Además del desastre medioambiental, los tampones pueden provocar el síndrome del shock tóxico, por lo que 'My-flow' es un gadget que calcula la capacidad del algodón y envía a una app información sobre cuándo hay que cambiarlo.