Los Premios Oscar son el escaparate más grande del mundo y en ellos se ha hecho historia de la moda. Se han lucido vestidos míticos, como el vestido negro de Angelina Jolie con el que dejaba al aire su pierna o el que llevó Jennifer Lawrence de palabra de honor diseñado por Dios en la gala de 2013, que costó cuatro millones de dólares.

"Es el más caro y el mas rentable de la historia", confirma Alberto Rey, ya que ese año la actriz ganó la estatuilla por la película 'El lado bueno de las cosas', pero, además, fue el año en el que se cayó al subir a recogerlo y el vídeo se volvió muy viral en redes sociales.

"Se cayó a propósito", comenta el experto en cine; y esto hizo que la marca estuviera "encantada" porque se convirtió en "uno de los vestidos más vistos de la historia de la humanidad". "Con lo cual, en vez de rescindirle el contrato, Dior le ascendió y empezó a anunciar perfumes con su imagen", informa, y añade: "Es más lista que el hambre".