A simple vista es un ataúd normal pero en realidad es una barbacoa. En Filipinas, el dueño de una funeraria ha tenido una idea para reconvertir uno de sus productos y su ingenioso invento ya es viral en redes sociales: Ha transformado uno de los féretros en una parrilla para asar carne.

Un 'peculiar' invento que ya ha asegurado que no va a comercializar y que solo será para uso propio. "Mejor, más de un cliente si no, tendría miedo de acabar a la parrilla", señala Valeria Ros.

"De una cosa sí que estoy seguro, ahí la panceta tiene que estar de muerte", apunta Miki Nadal, que arranca las carcajadas de los zapeadores.