Una señora madruga para hacer la compra, pero llega tan temprano que el supermercado aún no ha abierto. Así que se apoya momentáneamente en la persiana y, cuando la suben, el abrigo se le queda enganchado.
De forma que la mujer comienza a elevarse a medida que el mecanismo sube, aunque ella no olvida su carro, pues lo mantiene agarrado en todo momento. Sin embargo, lo que más sorprende a Valeria Ros es que la persiana pueda levantarla: "¿Qué pesa cinco kilos?".
Afortunadamente, un hombre aparece en la escena para ayudarla a descolgarse. "Espero que el establecimiento la recompense con un 3x2 en latas de atún o algo", comenta Miki Nadal.