El umbral del dolor no es el mismo para todo el mundo, pero el nivel de sensibilidad del protagonista de este vídeo viral es algo nunca visto. Este quiere tatuarse en el brazo, pero nada más rozarle la aguja la piel, comienza a gritar de dolor.

Tanto, que su novia, que está a su lado agarrándole de la mano, se sorprende y esboza una sonrisa ante esta situación. El chico vuelve a gritar segundos después, pero esta vez, chilla el nombre de su pareja, mientras esta trata de calmarle.

"¡Para! No es para tanto", le espeta ella, pero él no deja de emitir gritos, como si le estuvieran torturando. Puedes ver este momento en el vídeo principal de la noticia.