El 'wingwalking' es una modalidad de aviación deportiva que consiste hacer acrobacias sobre el ala de una avioneta a 240 kilómetros por hora. Solo se practica en seis países del mundo y, en España, solo hay una persona que se atreve con ello. Se trata de Ainhoa Sánchez, una bilbaína, que lleva 10 años enamorada de estos vuelos acrobáticos.

Esta cuenta que todo empezó tras diseñar un calendario para la empresa para la que trabajaba. "Se me fue un poquito de las manos y del papel decidí que era buena idea hacerlo realidad. Me había entusiasmado de tal forma que quería vivirlo en primera persona", confiesa.

Así comenzó su carrera como 'wingwalker'. Se trasladó a Reino Unido para probarlo y el piloto la contrató para hacer acrobacias, hasta que decidió que quería comprarse un avión y hacerlo en nuestro país. Y lo más sorprendente es que lo practica a pesar de su vértigo. "No es lo mismo asomarte a un edificio de 20 plantas, que tienes el edificio pegado a ti, a volar o tirarte en paracaídas, que debajo no tienes nada. El cerebro lo interpreta de otra manera", aclara. Puedes ver la entrevista completa en el vídeo principal de la noticia.