Los vuelos pueden retrasarse o incluso suspenderse por los motivos más diversos: desde una plaga de mosquitos hasta por cuestiones escatológicas. Y es justo lo que ha pasado en un vuelo entre Tenerife y Londres.

Como se ve en el vídeo, presentado por Valeria Ros, un vuelo tuvo que suspenderse porque algún pasajero tuvo la perfecta idea de defecarse en el suelo de uno de los baños. Debido a ello, debían esperar a que el baño quedase completamente limpio antes de poder volar.

Como se ve en las imágenes, los responsables del vuelo no tuvieron más opciones que informar a los pasajeros de que el vuelo quedaba suspendido y que tendrían que dormir una noche más en la ciudad canaria para, finalmente, volar la mañana siguiente de vuelta a Londres.