Los frutos secos, además de ser saciantes, tienen muchos otros beneficios. Boticaria García explica en Zapeando que estos alimentos ayudan a controlar los niveles de colesterol, ya que reducen los niveles del malo y aumentan los del bueno.

También pueden prevenir enfermedades cardiovaculares por el efecto de los ácidos grasos, que "producen hormonas que regulan la inflamación, la coagulación, la relajación de las paredes de las arterias", expone la experta, y contribuyen a mejorar la salud ósea, porque tienen mucho calcio.

Otro de sus grandes aportes se percibe en el funcionamiento intestinal, pues tienen mucha fibra, lo que evita el estreñimiento y previenen las enfermedades intestinales. Estos ayudan a controlar el azúcar y a prevenir la aparición de la diabetes, son ricos en magnesio y en potasio.

Así como también pueden ser muy útiles en la prevención del deterioro cognitivo, con un aporte de antioxidantes, vitamina E, fósforo y hierro. Sin embargo, Boticaria aclara que debemos consumirlos preferentemente crudos y, en cuanto a la cantidad, señala que es suficiente con "lo que cabe en la mano".