El SIBO o sobrecrecimiento bacteriano en el intestino delgado es una dolencia que afecta a decenas de personas, pero ¿cómo podemos detectar que se trata de eso y no de otra cosa? Boticaria García explica que es "un problema muy difícil de diagnosticar y de tratar y hay mucho autodiagnóstico suelto".

Entre los síntomas, encontramos la pérdida del apetito, dolor abdominal, náuseas, hinchazón, diarrea, sensación incómoda de saciedad tras las comidas, pérdida de peso involuntaria o malnutrición, aunque la experta advierte que son comunes a los que pueden provocar otras enfermedades.

Por eso, comenta que a pesar de que mucha gente piensa que solo con un test casero o por sentirse identificado con los síntomas ya lo padece, su detección es mucho más complicada, pues "los médicos sudan tinta para poder diagnosticarlo y diferenciarlo bien de otras enfermedades".