Boticaria García expone que los test de infección de orina son "primos hermanos de otros test de autodiagnóstico", como los de embarazo o los de ovulación. Estos se realizan recogiendo una muestra de orina en un recipiente en el que se sumerge una tira reactiva y, tras unos minutos, puede interpretarse el resultado.

La experta aclara que no mide directamente la presencia de bacterias sino indirectamente, pues evalúa las proteínas o nitritos en la orina, que aparecen porque hay presencia de bacterias, o los glóbulos blancos, que son "la Policía del cuerpo humano".

Una vez realizado el test, si ningún campo cambia de color, el resultado es negativo, aunque si los síntomas continúan o empeoran habría que consultar al médico. Sin embargo, si alguno de los campos sufriera alguna variación de color, podría significar que existen glóbulos blancos, "un indicador de enfermedades inflamatorias del tracto urinario", nitritos, que "aparecen cuando hay bacterias", o proteínas, que "están cuando hay enfermedad en los riñones", cuenta.

"Tienen más de un 90% de fiabilidad", asegura Boticaria, que recomienda acudir al médico en caso de resultado positivo. ¿Cuándo es mejor realizarlo? Esta aconseja utilizar la primera orina de la mañana y advierte de evitar realizar la prueba durante los días de menstruación porque el resultado se podría alterar, así, esta prueba debería realizarse al menos tres días después de que termine.